El astillero Jiangnan Shipyard de Shanghai, perteneciente al conglomerado estatal CSSC (China State Shipbuilding Corporation), presentó a principios de diciembre en la feria Marintec un proyecto para el desarrollo de un buque portacontenedores propulsado por un reactor nuclear de sales fundidas (Molten Salt Reactor, MSR) con torio como combustible.
Un comunicado de CSSC dice que el proyecto estaría basado en las características de uno de los portacontenedores que ya está construyendo el astillero y solo necesitaría modificaciones en los sistemas de energía y propulsión a bordo. Los reactores de sales fundidas son unidades de pequeño tamaño que trabajan a altas temperaturas y baja presión. “Esto implica que son muy seguros, evitando el riesgo de fusión del núcleo, ya que en caso de accidente, éste se solidificaría a temperatura ambiente”, declararon desde CSSC.
En unas declaraciones al medio especializado Seatrade Maritime News, el consejero delegado de Core Power, Mikal Bøe declaró que el uso de la propulsión nuclear en el transporte marítimo acabaría de un plumazo con algunos de los problemas derivados de una futura implantación de los nuevos combustibles, como el desarrollo de una infraestructura y una cadena de suministro todavía inexistente o la densidad energética de dichos nuevos combustibles.
El proyecto ha obtenido la aprobación en principio (Approval in Principle) de la sociedad de clasificación DNV.
En el supuesto caso de que salga adelante, en conjunto esta tecnología podría resultar más barata que los combustibles alternativos con cero emisiones de carbono, pero tendrá que superar algunos obstáculos normativos, políticos y técnicos de enormes proporciones antes de que su uso se generalice.
Un estudio de la sociedad de clasificación ABS publicado a principios de 2023 sugirió que la propulsión nuclear en buques mercantes, específicamente un portacontenedores de 14.000 TEU y un petrolero Suezmax, puede aumentar la capacidad de carga y la velocidad operativa al tiempo que elimina las emisiones de CO2 y la necesidad de repostar combustible durante un período de 25 años.
Foto: CSSC