“Covadonga” y “Guadalupe” son dos nombres muy vinculados a la historia de Compañía Trasatlántica Española, hasta el punto de que se repitieron en varias ocasiones. En el caso que nos ocupa, entre 1978 y 1980, la compañía entonces centenaria operó dos buques gemelos fletados a casco desnudo a la compañía alemana Bornhofen-Ubersee Reederei KG, que fueron abanderados en España, inscritos en la matrícula naval de Barcelona y renombrados “Covadonga” y “Guadalupe” y conocidos con el apodo de “los alemanes”, debido a su origen.
Al igual que su gemelo, en el caso que nos ocupa, el buque que se llamó “Guadalupe” tomó forma en el astillero Weser Seebeck, siendo la construcción número 955 de la factoría situada en Bremerhaven. El 22 de octubre de 1970 se procedió a la puesta de quilla y el 2 de abril de 1971 resbaló por la grada con el nombre de “Robert Bornhofen”. En julio del citado año entró en servicio enarbolando bandera alemana, aunque unos meses después se fletó a la sociedad Knight Transportation Inc. y ostentó el nombre de “Naxos” con bandera de Liberia.
Durante su etapa en Trasatlántica navegaron en la línea del norte de España a la costa este de EE.UU., con cabecera en Bilbao y escalas en Santander, Lisboa, Cádiz, New York, Baltimore y Norfolk, aunque en ocasiones también atracó en Newport News. Combinaban carga en contenedores con carga general y es conocida la anécdota acaecida en 1979 de una pieza para la central nuclear de Lemóniz, que no conseguían descargar en ningún puerto español –la televisión seguía el asunto muy de cerca–, hasta que, como recuerda el oficial Jenaro Suárez, “se descargó de tapadillo” y se acabó el problema.
En el plan de la bodega número 1 tenía dos tanques para cargas líquidas, en los que durante la etapa de Trasatlántica se mantuvo el tráfico de sebo animal (caliente y oliente, como recuerda el oficial Román Murillo) procedente de EE.UU. para Lisboa. “Era un producto caliente y oliente y la limpieza de estos tanques se hacía en el viaje oeste y era muy penosa para la tripulación. Para que los inspectores de carga, que eran muy puntillosos, no aguantasen demasiado tiempo dentro, antes de la carga subíamos la temperatura de los serpentines todo lo que podíamos”.
Román Murillo agrega que “había que tener cuidado en las maniobras, de no abusar en el número de arrancadas de la máquina, ya que se quedaba fácilmente sin aire comprimido. La estiba de contenedores iba muy bien trincados en cubierta, pero en bodega, dado que era una adaptación, no era muy eficiente y nos daba bastantes problemas para trincar, por lo que hubo alguna avería. Eran buenos barcos para cargar y estibar, pero tenían una anómala tendencia a entrar en sincronismo con mares de aleta y metían unos balances de mucho cuidado”.
A su devolución a la citada naviera alemana Bornhofen, se renombró con el nombre de “African Pioneer” y operó por cuenta de la mencionada Knight Transportation Inc. El 19 de febrero de 1982 colisionó con el buque “Delta Norte” cuando se encontraba en la posición 28º 17’ N y 92º 57’ W, cuando iba en viaje de Nueva Orleáns a West África con un cargamento de papel. Los daños sufridos hicieron inviable su reparación y en abril de 1982 se vendió para desguace en Brownsville.
De 9.162 toneladas brutas y 12.390 toneladas de peso muerto, medía 155,20 m de eslora total –145 m de eslora entre perpendiculares– y 21,90 m de manga. Un motor MAN de 14.000 caballos de potencia sobre un eje le permitía mantener una velocidad de 20 nudos. Tenía buena acomodación, cinco bodegas y una línea marinera agraciada, sembrada sobre cubierta de un buen número de puntales paralelos de 23 toneladas y una pluma real de 60 toneladas. Código IMO 7104415.
Fotos: archivo de Juan Cárdenas Soriano y Román Murillo Gil
6 comentarios
Buenos buques que cumplieron perfectamente su función durante aquellos años que estuvieron fletados por trasatlántica…