El 27 de junio de 1936 arribó al puerto de Santa Cruz de La Palma, por primera vez, el buque de bandera británica “Atlantis”, pintado de blanco impoluto, en el transcurso de un crucero a las Islas del Sol con turistas británicos. Atracó estribor al trozo de muelle que entonces existía, proa a la ciudad marinera que hace y se abriga al resguardo del Risco de la Concepción. Una jornada de mucho ajetreo en el puerto palmero, en una escala a cargo de la consignataria de Juan Cabrera Martín y la maniobra dirigida por el práctico Tomás Yanes.
Segundo de una serie de cuatro buques del tipo A contratados por la Royal Mail Lines y bautizado con el nombre de “Andes”, fue botado el 8 de mayo de 1913 en el astillero Harland & Wolff de Belfast (Irlanda del Norte), en una ceremonia que revistió el carácter de las grandes solemnidades. El 26 de septiembre de ese mismo año zarpó de Liverpool en su viaje inaugural a Valparaíso (Chile) y tiempo después, con base en Southampton, hizo el servicio del Río de la Plata.
Tras el inicio de la Gran Guerra, en abril de 1915 fue transformado en crucero auxiliar y para su autodefensa se le instalaron ocho cañones de 152,4 mm y otros dos de menor calibre. Integrado en el 10º Cruiser Squadron, el 29 de febrero de 1916, en unión de su gemelo “Alcántara”, intentó atacar al corsario alemán “Greif” —que se hacía pasar por el “Rena”, enarbolando bandera noruega— y aunque éste resultó hundido por el “Alcántara”, fue la tripulación del “Andes” la que se afanó en el rescate de 115 náufragos del buque alemán.
Finalizada la guerra, a partir de octubre de 1919 y por espacio de diez años navegó en la línea del Plata con base en Southampton, siendo relevado por los nuevos “Asturias” y “Alcántara”. Por lo que se refiere al “Andes”, renombrado “Atlantis”, fue reconvertido en crucero de turismo de lujo con capacidad para 450 pasajeros, etapa en la que visitó Canarias y para mejorar el rendimiento de su equipo propulsor, se le añadió una turbina de baja presión.
Al estallido de la II Guerra Mundial, el buque “Atlantis” fue de nuevo requisado por la Royal Navy y reconvertido en el buque HM “Hospital Nº 33”. Durante la contienda prestó múltiples servicios humanitarios y escapó milagrosamente del bombardeo durante la campaña de Noruega. En total, se estima que a bordo fueron atendidas unas 35.000 personas, navegó unas 280.000 millas y en 1943 fue utilizado para el intercambio de prisioneros alemanes.
El buque “Atlantis” permaneció adscrito al servicio militar hasta 1948, cuando fue transformado para el transporte de emigrantes fletado durante cuatro años por el Ministerio de Transportes y con capacidad para 900 plazas. Hizo viajes constantes a Australia y Nueva Zelanda y después quedó amarrado en el Clyde, donde en 1952 fuye vendido para desguace.
De 15.620 toneladas brutas, medía 179,80 m de eslora total, 19,90 m de manga, 10,16 m de puntal y 8,24 m de calado. En su primera etapa tenía capacidad para alojar a 1.330 pasajeros y estaba propulsado por dos máquinas alternativas de triple expansión, acopladas a una turbina de baja presión, con una potencia de 8.000 caballos y mantenía una velocidad de 17 nudos.
Bibliografía:
Díaz Lorenzo, Juan Carlos (1993). La Palma y el mar, p. 249. Presidencia del Gobierno de Canarias. Tauro Producciones, Madrid.
Foto: archivo de Miguel Bravo