La gran Iberia, aquella compañía extraordinaria que tanto significó en la modernización del transporte aéreo de España, contrató con el prestigioso fabricante aeronáutico holandés Fokker la construcción de ocho aviones Fokker F-27 de la serie-600, al precio unitario de 74 millones de pesetas, que fueron entregados entre septiembre de 1967 y mayo de 1968. Recibieron nombres de ríos de la geografía nacional (“Ebro”, “Tajo”, “Guadalquivir”, “Duero”, “Miño”, “Segura”, “Guadiana” y “Pisuerga”) y cada uno de ellos tenía capacidad para 44 asientos, dos pilotos y una azafata.
En la imagen vemos al avión matricula EC-BMS, nombrado “Río Ebro”, que se estrenó en octubre de 1967 al servicio de Iberia. Fue el avión que participó en la inauguración del aeropuerto de Almería, el 6 de febrero de 1968. Luego pasó a la flota de Transeuropa y en marzo de 1984 a Aviaco, volando en Canarias y en líneas secundarias de la península. Causó baja en marzo de 1992 y en abril de 1994 se vendió a Cubana de Aviación, siendo rematriculado CU-T-1286, volando en varias etapas hasta La Habana.
Foto: José Luis Ogea (aviationcornet.net)

