En los últimos treinta años, el sector de los ferries conoce una nueva fórmula con el proyecto del astillero Visentini, un modelo de buque eminentemente funcional y práctico que en tres generaciones ha consolidado una posición dominante en el sector. Todas las navieras del Mediterráneo, algunas del norte de Europa e incluso de otras regiones más alejadas operan este tipo de ro-pax en el que prima una considerable capacidad de carga y dos cubiertas para pasaje que combinan camarotes y butacas.
Uno de estos barcos es el “Ciudad de Palma” —al que conocimos siendo “Dimonios”— y que forma parte de la flota de Trasmed, la compañía española del Grupo Grimaldi. En estos días se produce una reinvención de los espacios del buque, con la renovación de seis camarotes para clase preferente que marcan una clara diferencia. Estarán disponibles a partir del próximo 1 de agosto y añaden un plus de comodidad, elegancia y distinción en la línea Barcelona-Palma-Barcelona para elevar el disfrute de la experiencia del cliente.
Una apuesta de Trasmed en la que Jana Peiró, como directora de Pasaje y Marketing y el equipo de Servicios a Bordo, dirigido por Manuel Martín, se ha esmerado en todos los detalles de los seis camarotes más espaciosos del buque situados de la cubierta número 6, en los que se ha renovado el mobiliario, la decoración y otros elementos —buen trabajo del mayordomo Juan José Villar Fernández, que lleva 32 años navegando desde sus comienzos en Trasmediterránea y de su mano derecha, el encargado de cámara José Caamaño Cernadas, con una tripulación muy aquilatada y experta que conoce bien su trabajo—, lo que a buen seguro tendrá la respuesta del público que demanda este tipo de servicios. Estos camarotes preferentes tienen, además, un trato diferenciado.
La cubierta 5 concentra todos los servicios públicos del buque, incluidos en este caso una zona de butacas, self-service —ágil en el servicio, con un menú variado y de calidad, más una amplia lista de bebidas—, comedor, bar-cafetería y la Isla de los Niños, como así llama Trasmed a la guardería de los más pequeños. Además, hay espacio para trabajar con ordenador, conexión wi-fi gratis y premium y puntos de recarga para dispositivos móviles, así como buena luz interior que ha sido renovada con las nuevas tecnologías en iluminación del mercado.
La cubierta 7 tiene un kiosko sugerente para las noches de verano, con mesas y sillas que, durante la noche, a la salida de Barcelona, invita a disfrutar un rato a medida que el barco se va alejando del puerto de la capital catalana y, a la inversa, cuando sale de Palma a las 11 de la mañana del día siguiente es la mejor atalaya para contemplar la hermosa bahía de Palma con una cerveza y música ambiental.
El barco está limpio y bastante ordenado, considerando el elevado número de pasajeros que mueve la línea Barcelona-Palma y el tiempo justo que tiene la tripulación para recibir el siguiente embarque. Por cierto, nos ha llamado la atención el embarque por el portalón de popa, con un largo pasillo decorado con una selección de bonitas fotos con buen gusto estético del ferry “Ciudad de Palma” —un empeño de Fran Palomino, el brazo derecho de Manuel Martín—, que añaden un plus a la reinvención de los espacios del buque.
Otro de los puntos destacables de Trasmed es la atención preferente a las mascotas, que tienen camarotes preparados para ir con sus dueños, además de un contenedor distintivo y titulado situado a la banda de estribor de la cubierta 5, con habitáculos limpios y aire acondicionado, así como la posibilidad de conocer su estado en tiempo real a través de una aplicación en el móvil. Inmediato está el contenedor para equipajes y otro habilitado especial para bicicletas. Y la mejora a bordo es una operación que está en continuo movimiento.
Nueva clase preferente
Funcionalidad a bordo con diseño italiano
La Isla de los Niños
Butacas para el descanso de una travesía corta
En el acceso del pasaje a la cubierta 5
Terraza para el viaje de verano
Mascotas, equipajes y bicicletas
Fotos: Juan Carlos Díaz Lorenzo