La nitidez de la imagen nos permite apreciar los detalles de este trozo de la fachada marítima de Santa Cruz de Tenerife, fechada en torno a 1890 y de la que desconocemos su autor. Destaca la arquitectura de entonces, que ha desaparecido por completo. Unas escalinatas permiten el acceso a la calle Bethencourt Alfonso, más conocida como San José —una de las principales arterias perpendiculares de la ciudad— que se cruza con el inicio de la calle La Marina.
A la derecha, los arcos de la histórica alameda del duque de Santa Elena, en otro tiempo conocida también como del marqués de Branciforte, donde paseaba la élite de la ciudad abierta al Atlántico. A la izquierda, un trozo del edificio del antiguo Casino, entidad señera de la sociedad tinerfeña y aunque no aparece en la foto, están también los muros del castillo de San Cristóbal.
Los carros tirados por bestias eran entonces el medio de transporte que aseguraba el movimiento de mercancías del tráfico portuario. Aparece también un kiosko, relacionado quizás con la información turística de la ciudad y de la isla, a falta del mejor criterio y conocimiento de Agustín Miranda Armas o de Rafael Llanos Penedo, por citar a algunos de los eruditos en la materia, teniendo en el recuerdo la memoria de otro experto de notoria precisión documental como fue Paco Luis Yanes Aulestia.
La imagen despierta, además, la conciencia de la arquitectura señorial definitivamente perdida, visible en documentos gráficos como éste, que son una reliquia de un pasado que forma parte de la historia de la ciudad marinera que nace y se abriga al resguardo de Anaga, en el decir del amigo y maestro Juan Antonio Padrón Albornoz.
Foto: vía Alberto García [Fotos antiguas de Tenerife]