La imagen pretérita y ciertamente impactante del fotógrafo palmero Facundo Cabrera nos muestra a la Luna al amanecer del pasado 28 de noviembre, gibosa menguante y con una notoria iluminación, levantándose majestuosa, imponente y envolviendo a la cruz que testimonia la famosa leyenda de la luz de El Time.
Como tal leyenda que hunde sus raíces en la noche de los tiempos, en una lejana noche a oscuras, una madre desesperada buscaba remedio para la delicada salud de su hijo enfermo y salió caminando por el camino real que unía a Tijarafe y Los Llanos de Aridane. Al llegar al borde del risco comenzó a descender por el desfiladero que lleva hasta el barranco de Las Angustias, aunque el viento y la lluvia apagaron su único lucero.
En el transcurso del desesperado descenso, se encontró de repente con un madero de pino que daba forma de una cruz y soltando al niño, la arrancó e hizo una antorcha, lo que produjo una gran luz para el camino. La madre continuó su descenso susurrándole a su hijo y este sanó tiempo después.
La madre, agradecida por la sanación de su hijo y arrepentida por el hecho de haber arrancado la cruz de aquel pino, llevó hasta el mismo lugar otra cruz y cuando lo hacía contempló una luz en forma de cruz que le cegaba, por lo que se arrodilló pidiendo perdón por su pecado a la Virgen de las Angustias.
Desde esos tiempos lejanos, cuentan que comenzó a verse en las laderas de Amagar un fulgor que llamaron desde entonces “La luz del Time”, presente en las sombras de la noche para guía de los caminantes envueltos en gran oscuridad.
Foto: Facundo Cabrera para puentedemando.com


1 comentario
Bonita historia…