Desde la República Oriental del Uruguay llegó en 1929 el primer contrato de exportación de la Sociedad Española de Construcción Naval, que fue asignado al astillero de Matagorda (Cádiz), construcción número 64 de la citada factoría, fruto de un concurso internacional convocado por la Armada de aquel país, al que se presentaron nueve propuestas.
Se trataba de un buque planero destinado al Servicio Hidrográfico de Uruguay con una limitación de calado, considerando las costas y los ríos donde habría se realizar su trabajo. La propuesta de la Sociedad Española de Construcción Naval, finalmente aceptada, correspondía a un buque tipo yacht con proa de violín –un anacronismo reminiscencia del siglo XIX– con la nota +100 A1 de la sociedad de clasificación Lloyd´s “para navegar por el Río de la Plata”.
La construcción del nuevo buque, que recibió el nombre de “Capitán Miranda”, avanzó con celeridad, de modo que puesta la quilla el 9 de marzo de 1930, el 26 de julio siguiente se procedió a su botadura, ceremonia en la que actuó de madrina la señora María Sara Tage, esposa del jefe de la comisión inspectora del buque y futuro primer comandante, capitán de corbeta Julio Lamarthée, concurriendo al acto las primeras autoridades de Cádiz y numeroso público.
El 19 de noviembre de 1930 realizó las pruebas de mar y se procedió a su entrega oficial a los representantes de la Armada de la República Oriental del Uruguay. En la mañana del día 21 del citado mes zarpó del puerto de Cádiz rumbo a Montevideo, con mando y bandera española y escalas intermedias en los puertos de La Luz (Gran Canaria), Praia (Cabo Verde), Pernambuco y Río de Janeiro (Brasil), arribando a su destino el 16 de diciembre. En febrero de 1931 inició su primera campaña hidrográfica en las costas del este del país, actualizando las cartas náuticas del mar territorial uruguayo.
De 516 toneladas de desplazamiento normal, medía 54,58 m de eslora total –45 m de eslora entre perpendiculares–, 8 m de manga, 5,10 m de puntal de construcción, 2,40 m de altura del entrepuente y 2,83 m de calado. Estaba propulsado por dos motores diésel alemanes HMG, de 500 caballos cada uno, así como dos palos para el despliegue de velas, que le permitía mantener una velocidad de 10 nudos. La dotación inicial estaba formada por 47 tripulantes.
Como buque hidrográfico realizó una destacada labor por espacio de algo más de 40 años, hasta que en 1977 se decidió su transformación en buque-escuela, siendo transformado en una estilizada goleta de tres palos. Los trabajos se realizaron en el astillero de Montevideo y el 20 de octubre de 1978 inició su nueva etapa.


Bibliografía
Ingeniería Naval, octubre de 1930.
Archivo de Juan Carlos Díaz Lorenzo
Fotos: Ingeniería Naval


1 comentario
Se va yendo la capacidad de asombro.