Cumpliendo con su cometido mientras duró el monopolio, durante su larga existencia CAMPSA fue el principal suministrador de combustible de aviación en los aeropuertos de la Península y Baleares. La capacidad logística de la empresa evolucionó, al igual que la aviación comercial, con el paso del tiempo y una prueba de ello es la flota de camiones cisterna para el abastecimiento.
En la imagen, tomada entre 1957 y 1963, vemos a una cisterna de CAMPSA junto a un avión Convair CV 440 “Metropolitan” de Iberia.
CAMPSA disponía de plantas de almacenaje que recibían combustible mediante una flota de camiones cisterna, oleoductos y la flota petrolera que distribuía entre los diferentes puertos del país.
Tras su disolución en 1992, la marca CAMPSA pasó a formar parte de Repsol. Todos los activos logísticos remanentes del Monopolio acabaron en poder de la nueva sociedad Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH).
Foto: archivo de Juan Carlos Díaz Lorenzo

