Cuando yo era un niño, una de las cosas de las que guardo un recuerdo imborrable eran las de las historias de mar y barcos que me contaba mi abuelo materno, suboficial contramaestre José Carmona Alonso. Él, que era marino, abnegado y fuerte a pesar de su no muy elevada estatura, a la hora de contarme esas vivencias en la casa familiar de la Estación Naval de La Algameca, ya llevaba muchas millas a sus espaldas, bastantes de ellas a bordo del buque-escuela de la Armada “Juan Sebastián de Elcano”, nuestro bergantín goleta. Este nuestro insigne embajador flotante, como está a punto de cumplir los 100 años de vida, alberga como es de imaginar y suponer, infinidad de historias, acordes con su casi centenaria existencia.
Quizás mi abuelo, sin pretenderlo, influiría años después en mi decisión de querer seguir, como hiciera él, trazando estelas en la mar, y posteriormente querer transmitir algunas de esas historias que él me contaba con cariño sentados ambos en la explanada que daba al huerto que teníamos frente a la casa.
Una de ellas, la que aquí trataré de relatar, nos remonta a los años 40 del pasado siglo, en una época donde el buque adolecía de muchos elementos de los que hoy tiene. Y no sólo me refiero a la no existencia entonces de modernos equipos electrónicos tanto de comunicación por satélite que permiten no sólo al mando estar enlazados con tierra, o también a la dotación enviar whatsapps en tiempo real a sus familiares, sino también disponer de equipos como el radar de navegación, que hacen ésta más segura, y un largo etcétera de elementos que hoy van a bordo, pero que en los primeros años de vida del buque, no existían.
Una de esas “sencillas cosas” de las que se adolecía entonces, era algo tan fundamental hoy día como lo son las cámaras congeladoras para la debida conservación de la comida, con lo cual era complicado evitar el deterioro de la considerada “perecedera” durante largas travesías.

La solución, o una de las pocas, al menos en cuanto a los productos cárnicos se refería, era llevar animales vivos, emulando poco menos que al bíblico personaje Noé con su famosa Arca. Así, al menos hasta el año 1956, fecha de la imagen que ilustra este artículo, llegaron a navegar a bordo del Juan Sebastián de Elcano, aves de corral, conejos, cerdos —para los que, según dejaron escrito en sus crónicas gente de la dotación de aquellos años—, se improvisó un compartimento a proa del cuarto de derrota del buque como “pocilga” para albergar hasta media docena de gorrinos, e incluso se llegó a hacer un “establo de fortuna” (al parecer a ambas bandas, siempre según testimonios de antiguos miembros de las dotaciones), para llevar terneras, pintándose incluso con pintura de color verde a lo largo de la eslora, las canalizaciones de agua de cubierta, para que viesen “algo verde” creyéndose —algo complicado de que los pobres astados lo asimilaran por muy ingenuas que fuesen—, que estaban en algo parecido a un prado,… tradición ésta de la franja pintada de verde, que por cierto curiosamente —eso sí— aún persiste en el buque escuela.
También, por ejemplo, otra cosa simple, era que no existían entonces los conocidos “cartones de huevos” en uso hoy, sino que éstos se embarcaban en cajas de madera, rellenas de paja, y entre ella se estibaban los huevos, paja que tenía una segunda utilidad, ya que según iba bajando el volumen de huevos, era consumida por las terneras.
Desgraciadamente no tenemos imágenes para poder demostrar todo lo que decimos —porque seguro que hay quien en cierto modo, al leer estas líneas, ponga en duda esta especie de “Arca de Noé” que se vivió a bordo de nuestro emblemático buque-escuela—, pero al menos nos apoyamos en esta singular foto de un par de terneras “trincadas a son de mar” en el combés de babor —al fondo la escala de acceso al castillo—, esperando sin saberlo a que el matarife de a bordo, a las órdenes del comandante del buque, acabe con sus tristes existencias, totalmente ajenos a que no llegarían con vida al próximo puerto.

Fotos: archivo de Diego Quevedo Carmona
2 comentarios
Magnífico relato
Do de esta la. Foto de los terneras?