Nuestra Señora de las Nieves, que es Alcaldesa Honoraria y Perpetua de Fuencaliente de La Palma desde el 29 de mayo de 1983, ha vuelto a hacer historia con su entrañable presencia en el municipio sureño en su peregrinación por todos los pueblos de la isla. Ha salido a recibirle con la reverencia debida la venerada imagen del patrón abad San Antonio, junto a la corporación local en pleno presidida por el alcalde Gregorio Alonso Méndez, autoridades insulares y regionales, el clero palmero, la banda de música y el pueblo llano —jóvenes, adultos y mayores— que sienten la emoción de una visita especial, aureolada por el amor, la fe y la devoción mariana. En la plaza del Ayuntamiento se celebró una eucaristía multitudinaria y durante la noche la Patrona pernoctó en la iglesia parroquial erigida en el siglo XVI.
Esta visita de Nuestra Señora de las Nieves es la segunda de la Patrona palmera a Fuencaliente de La Palma, tras un paréntesis de 61 años. En su recorrido entre octubre de 1964 y enero de 1965 por todos los municipios de la isla, el 12 de diciembre de 1964 la venerada Patrona llegó a hombros desde la ermita de San Nicolás en Las Manchas hasta la iglesia parroquial de San Antonio. A su llegada fue recibida por un intenso repique de campanas y la corporación local presidida por Emilio Quintana Sánchez, el párroco ecónomo Ismael Rodríguez Hernández y el pueblo en peso, vibrante ante una jornada histórica y de especial emotividad.[1]
A propósito de aquella visita, el investigador palmero José Guillermo Rodríguez Escudero, que está haciendo un seguimiento puntual y preciso de la peregrinación de Nuestra Señora de las Nieves de este Año Lustral, evoca dos citas de prosa poética del periodista Domingo Acosta Pérez, la primera publicada el 18 de diciembre de 1964 en el periódico Diario de Avisos, decano de la prensa de Canarias, en la que escribe:
“La Virgen—repetimos—ya comienza a salirse del paradisíaco Valle de Aridane. Se aproxima a la aguzada proa de Fuencaliente. Zona martirizada por los ósculos de fuego y revuelta entre el gruñir de antañones volcanes, ahora de pinares y de vides. En espera del agua como una bendición. En espera de la Virgen como una merced”.[2]
En un artículo posterior, de fecha 22 de diciembre de 1964 y firmado como Redacción, resalta que “ese amor por su madre lo cristalizó Fuencaliente en su ofrenda sacrificada. Precisamente en los momentos de más escasez, en los momentos en los que tienen que estar comprando el agua potable. Se desprendió de lo necesario para su vida: 37.616,50 pesetas para entregárselas a su Madre”[3].










Notas
[1] Díaz Lorenzo, Juan Carlos (1994). Fuencaliente. Historia y tradición, pp. 203 y 209-210. Ayuntamiento de Fuencaliente de La Palma, Cabildo Insular de La Palma y Ediciones La Palma, Madrid.
[2] Diario de Avisos, 18 de diciembre de 1964. “Fervor, esperanza y triunfo en San Miguel de La Palma”, por Domingo Acosta Pérez
[3] Diario de Avisos, 22 de diciembre de 1964. “La Santísima Virgen de las Nieves y sus hijos de Fuencaliente”.
Fotos: Abián San Gil [Ayuntamiento de Fuencaliente de La Palma] y archivo de José Guillermo Rodríguez Escudero
























