Desde Cartagena nos llega la noticia del fallecimiento del almirante general Antonio Moreno Barberá, residente en Madrid, su ciudad de nacimiento, que fue almirante jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA) entre 1997 y 2000 y jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD entre 2000 y 2004.
Oficial especialista en submarinos y electrónica de larga y fructífera trayectoria, nació el 17 de abril de 1940 y falleció el pasado 14 de abril. Le faltaron tres días para cumplir 83 años. Ingresó en la Escuela Naval Militar en agosto de 1956 y en 1961 obtuvo el empleo de alférez de navío.
Tras su paso por el destructor “Álava”, se incorporó al Arma Submarina, embarcando en el submarino “Almirante García de los Reyes” (S-31) y en su carrera, ascendido a capitán de corbeta, figura el mando entre 1975 y 1977 del submarino “Tonina” (S-62), pasando después a ser comandante de quilla de submarino “Galerna” (S-71) entre agosto de 1977 y julio de 1981. En 1983 ascendió a capitán de fragata y desempeñó el mando de la fragata “Asturias” (F-74) y en 1988 a capitán de navío, etapa en la que sería comandante de la Flotilla de Submarinos entre 1990 y 1992.
Entre sus destinos en tierra figuran, entre otros, profesor de Logística en la Escuela de Guerra Naval, profesor de Táctica de la Escuela de Submarinos, Jefe del Departamento de Estudios Tácticos en el Estado Mayor de la Armada y ayudante del Jefe de Estado Mayor de la Armada.
En 1992 ascendió a contralmirante, siendo nombrado comandante de la Fuerza Anfibia de la Flota (Grupo Delta); en 1994 a vicealmirante –etapa en la que desempeñó el mando de la base naval de Rota y jefe del Estado Mayor Conjunto– y en 1997 a almirante, primero como ALPER y nombrado AJEMA el 27 de junio del citado año. En mayo de 1999 ascendió a almirante general y el 15 de diciembre de 2000 fue nombrado jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD).
Hemos de recordar que durante su mandato se produjo un impulso notable en el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, como entidad complementaria del CESID. También figura el incidente del islote de Perejil en julio de 2002, en tiempos de la presidencia de José María Aznar; el accidente en mayo de 2003 del avión Yakolev siendo ministro de Defensa Federico Trillo y el repliegue de las fuerzas españolas en Irak, poco después de la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a la presidencia del Gobierno.
El almirante general Antonio Moreno Barberá era un hombre brillante y de una gran cultura, además de buen conversador y trato afable. Le conocimos siendo comandante de la fragata “Asturias” y volvimos a encontrarnos en su etapa de AJEMA, ocasiones de las que conservamos un grato recuerdo de las conversaciones mantenidas. Desde septiembre de 2014 tiene una calle con su nombre en la ciudad de Mazarrón (Murcia), con la que mantuvo estrechos vínculos durante su vida.
Descanse en paz.

Fotos: cedidas