Después de cruzar el Estrecho de Gibraltar, el portaaviones USS “Gerald R. Ford” (CVN-78) de la VI Flota de la U.S. Navy, amanecerá mañana en la bahía de Palma, donde permanecerá fondeado hasta el próximo día 8 de octubre, en medio de un excepcional dispositivo de medidas de seguridad.
La presencia del portaaviones de propulsión nuclear, en el que viaja una dotación y otras fuerzas militares que suman unas 4.500 personas, ha provocado un amplio y contundente rechazo entre fuerzas políticas de izquierdas y otras organizaciones sociales de Baleares. La plataforma Mallorca per la Pau ha convocado este viernes una manifestación en el Paseo Marítimo, a la altura de las Avenidas, en protesta por la escala del buque de la U.S. Navy.
Fuentes del Gobierno balear, por su parte, estiman el impacto económico de la presencia del gigantesco buque en unos diez millones de euros, pues se trata de una escala no oficial para descanso de su dotación.
El portaaviones USS “Gerald R. Ford” zarpó a finales de julio de su base en Norfolk y en septiembre participó en aguas de Noruega en unas maniobras de EE.UU. y la OTAN. Su presencia en el Mediterráneo forma parte de un despliegue programado.
Se trata de uno de los portaaviones de propulsión nuclear más importantes del mundo, con un desplazamiento de algo más de 100.000 toneladas y una eslora de 333 m. Tiene capacidad de embarque para 90 aeronaves entre aviones F/A 18 Super Hornet, E-2D Hawkeye y helicópteros MH-60 Seahawk. En un futuro próximo dispondrá de drones de combate.
Foto: U.S. Navy