En el año lustral de 1955, por el mes de junio, se celebró uno de los grandes fastos de la historia contemporánea de La Palma. La inauguración del aeropuerto de Buenavista, en Breña Alta –el primero que tuvo la isla–, fue el acontecimiento más importante de la década de los años cincuenta en la tranquilidad y la placidez de la vida insular, que estaba marcada por una notoria sangría de emigración a Tenerife y Venezuela.
Para la celebración de tan importante acontecimiento se desplazaron a La Palma, entre otras autoridades, el ministro del Ejército del Aire, teniente general Eduardo González Gallarza, cuya hija Regina González-Gallarza Morales fue la madrina. La bendición estuvo a cargo del obispo de la Diócesis nivariense, monseñor Domingo Pérez Cáceres y entre los asistentes de primera línea estaba el gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, Andrés Marín Martín, que antes había sido alcalde y gobernador civil de Toledo y después de Segovia.
Foto: Tomás Ayut

