Uno de los protagonistas del Museo Aeronáutico de Málaga es un avión Convair CV-440 Metropolitan de Karhumäki Airways –más tarde denominada Kar Air–, una aerolínea que inició su andadura en 1950 y a partir de 1951 comenzó a realizar vuelos chárter desde Finlandia. En 1956 llegó por primera vez al aeropuerto de Son Bonet (Mallorca), y también realizó algunos vuelos a Gibraltar a la espera de que el aeródromo malagueño dispusiera de la pista de vuelo adecuada.
En 2009 los miembros del club Aurinkolaivue [Escuadrilla del Sol], formado por expilotos finlandeses residentes en la Costa del Sol, finalizaron los trabajos de restauración y pintado exterior del citado avión. A ellos corresponde la iniciativa financiada con ayudas y donativos, mientras que el personal especializado del Museo asumió la delicada tarea de ponerlo en condiciones.
El empeño estaba plenamente justificado y la presentación oficial se hizo coincidir con el 50º aniversario de dicho vuelo, pues el primer avión que aterrizó en la recién estrenada pista asfaltada, el 20 de octubre de 1959, fue un Convair CV 440 de la compañía finlandesa Kar-Air (OH-VKN), en el que viajaron 48 pasajeros, iniciando de ese modo eal carácter internacional del aeropuerto de Málaga y al flujo turístico aéreo con destino a la Costa del Sol.
El citado avión había cubierto la ruta Helsinki-Málaga con escalas en Gotemburgo, Basilea y Barcelona, en un recorrido de unos tres mil kilómetros. El avión realizó el vuelo al mando del capitán Olli Mäkinen y el copiloto Antti Waris y junto a los pasajeros fueron recibidos a pie de escalerilla por las autoridades locales y el director del aeropuerto.
En el transcurso de 2010 prosiguieron los trabajos de restauración en la cabina de la aeronave para su transformación en un atractivo museo de turismo de hace medio siglo. Ello nos permite conocer los asientos, los equipajes de la época y las instrucciones que se daban a los pasajeros. La cabina de mando tiene su instrumental completo y el manual de mantenimiento del avión fue obsequiado por Raimo Makkonen, director del Museo de Aviación de Finlandia.
El 20 de octubre de 2010, el embajador de la República de Finlandia en España, Markku Keinänen, participó en el acto organizado al efecto, al que asistieron representantes de la familia Karhumäki, propietarios de Kar Air y unos 150 invitados, así como directivos del Museo y el aeropuerto de Málaga.
Los principales impulsores del proyecto de restauración del citado avión son Matti Lampela y Pertti Sleeve, quien hizo entrega al embajador de un estandarte del club Aurinkolaivue. Matti Lampela, ex piloto de líneas aéreas, descubrió el viejo avión en el Museo Aeronáutico de Málaga –obra en la que puso mucho empeño el ingeniero e historiador aeronáutico Luis Utrilla Navarro– y desde entonces surgió la idea de restaurar el avión hasta hacerlo realidad.
La efeméride se celebró como corresponde. Pilotos, azafatas y pasajeros vistieron a la usanza de la época y recrearon la llegada bajando por la escalerilla del avión en la antigua terminal del aeropuerto. A pie de escala les esperaban dos personajes históricos del turismo en la Costa del Sol, Rafael de la Fuente y Antonio García del Valle, quienes en 1959 eran unos jóvenes agentes de Viajes Málaga. Recibían a los turistas y la mayoría se alojaban en Torremolinos, haciendo el viaje desde el aeropuerto hasta el hotel en tres grandes coches americanos. De modo, pues, que las primeras “suecas” que llegaron a la Costa del Sol, eran, en realidad, finlandesas, como bien dice Alfonso Vázquez, en su crónica publicada en el periódico “La Opinión de Málaga”.
Fotos: Nelson Bourne para puentedemando.com






