Uno de los aviones más exitosos de la historia es el Douglas DC-3. Tiene su antecesor inmediato en el Douglas DC-2 y su origen está en el Douglas DC-1, prototipo de Douglas Aircraft Co., que surgió a raíz del accidente de un avión trimotor Fokker F.10 de TWA ocurrido en el Estado de Arkansas, lo que provocó cambios radicales en la normativa aérea de la época, los procedimientos aeronáuticos y en los avances en el diseño y la construcción aeronáutica de la época.
TWA se encontró con la necesidad urgente de reemplazar a sus aviones Fokker y acudió a Boeing, que tenía lista de espera para su modelo Boeing 247. De las especificaciones que TWA planteó en agosto de 1932 para el “nuevo” avión –alas metálicas, tren de aterrizaje retráctil, capaz de volar con un solo motor y una configuración mínima de 12 pasajeros–, Douglas Aircraft Co. respondió en el plazo de dos semanas y el 20 de noviembre firmó el contrato para el desarrollo de un prototipo que, en el caso de que cumpliese con las expectativas planteadas, el pedido sería de un mínimo de cien unidades.
El prototipo designado Douglas DC-1 salió el 22 de junio de 1933 de la cadena de montaje y el 1 de julio siguiente realizó su primer vuelo. Se trataba de un avión íntegramente metálico, de ala baja, propulsado por dos motores Wright R-1820 Cyclone y capacidad para 12 pasajeros, más dos pilotos y un ingeniero de vuelo.
Superados algunos problemas iniciales, el programa de pruebas alcanzó sus objetivos y durante seis meses realizó más de doscientos vuelos, demostrando que podía volar con un solo motor en caso de avería de uno de los dos y podía realizar un aterrizaje controlado. En la noche del 18 al 19 de febrero de 1934, el prototipo Douglas DC-1 nombrado “City of Los Angeles” (NC-223Y) sobrevoló EE.UU. desde Los Ángeles a Newark, con escalas en Kansas City y Columbus, en 13 horas y cuatro minutos de vuelo, estableciendo de ese modo un nuevo récord en la historia de la aviación comercial.
Foto: L’Illustration, noviembre de 1934

