Uno de los contratos relevantes de finales del siglo XX de Astilleros Españoles (AESA) para el NABAC, como así se conoció en sus inicios el nuevo astillero de Puerto Real, fue la construcción de cuatro buques tipo ropax para Stena Ferries Ltd., dos de los cuales —“Finnclipper” y “Finneagle”— fueron vendidos poco después de su entrega en 162 millones de dólares a la compañía finlandesa Finnlines y los otros dos —“Stena Britannica” y “Stena Hollandica”— incorporados a la flota de la poderosa compañía naviera sueca.
Se trata de buques diseñados para las líneas del norte de Europa, en los que domina una notable espacialidad interior articulada en torno a un gran salón a proa en la cubierta 7 que cumple diversas funciones y la funcionalidad de los espacios públicos y los 191 camarotes con capacidad para 452 pasajeros, así como los salones de butacas para 309 pasajeros —hay una sala de butacas VIP para 59 plazas— y unas amplias cubiertas.
Un reciente viaje en la línea Palma-Valencia nos ha dado la oportunidad de embarcar en el buque “Ciudad de Sóller” —capitán, Alfredo García Barrigón—, que así se llama desde mayo de 2024 el ferry que inició su vida marinera en mayo de 1999 con el nombre de “Finnclipper”, fecha en la que se incorporó a la flota de Trasmed, la compañía española del Grupo Grimaldi.
Puesto que estamos en plena campaña de verano, son meses de mucho movimiento de pasaje de todas las edades y en todos los viajes entre Barcelona, Valencia y Baleares, además de los conductores de los camiones que aseguran el suministro y llenan el garaje del barco, que es el mayor de la flota de Trasmed, con una capacidad de 3.079 metros lineales de carga rodada. Como son habituales, entre ellos ya se conocen y después de comer juegan a las cartas para distraerse durante unas horas de su elevada responsabilidad.
Hemos disfrutado de un viaje agradable en el que hemos encontramos un barco ordenado, limpio, con paneles informativos en tiempo real y bastante animado en la terraza de verano instalada a la banda de estribor, con un kiosko abierto a tres bandas con buena música que ofrece una visión panorámica espectacular de la salida de la hermosa bahía de Palma.
Justo a la otra banda está la terraza para el relax de las mascotas, los pasajeros peludos a los que Trasmed presta especial atención y que disponen de un contenedor climatizado con sus espacios independientes y controlados en todo momento por sus dueños mediante aplicaciones en tiempo real. Ambas terrazas están dispuestas a cada banda de la habilitación de la tripulación sobre la que se eleva el puente de mando, que tiene un diseño muy atractivo y aerodinámico.
El salón principal cumple varias funciones. Una de ellas, de reciente incorporación, es el comedor a la carta, situado a la banda de estribor, atendiendo así a una demanda de la clientela. Se nota la estela del diseño nórdico en este gran espacio distribuido en varios ambientes —a babor está el local la Isla de los Niños y la tienda a bordo—, en el que a la hora de la comida la tripulación que gestiona el amplio self-service consigue imprimirle una notable agilidad para que los pasajeros disfruten de su comida con tranquilidad. Hay un menú con una variedad suficiente para elegir, así como bebidas y junto al lado está el bar para quien guste después de un café o una copa.
Los pasillos interiores al igual que los camarotes del ferry “Ciudad de Sóller” son ahora más luminosos, pues se han sustituido los puntos de luz por otros nuevos que, además, tienen menor consumo. La señalética distribuida por todo el barco permite moverse con fiabilidad y aunque tiene ascensor, la amplitud de las escaleras situadas a cada banda facilitan el acceso con comodidad incluso cuando el barco está lleno.
Observamos que la tripulación está bien coordinada, está pendiente de su trabajo y del pasaje y resuelve con agilidad en cada responsabilidad supervisada por el mayordomo Jorge Gómez Pérez, un hombre de mar gallego de nacimiento, que lleva 22 años navegando desde sus inicios en Trasmediterránea y que ejerce su actual cometido desde hace diez años. Garante, pues, del permanente interés del director de Servicios a Bordo, Manuel Martín y de su dinámico equipo de coordinadores formado por Fran Palomino y María Hontanares, para que la experiencia del pasaje sea siempre lo más gratificante posible.
Ambiente veraniego a bordo


Terraza preferente para las mascotas


La funcionalidad nórdica a bordo


La Isla de los Niños
Camarotes para el descanso

Butacas para una travesía corta

Fotos: Juan Carlos Díaz Lorenzo


















