La planicie de Muchichafe, en Tefía, situada a 22 kilómetros de la capital insular y 156 m sobre el nivel del mar, en suelo duro y pedregoso, sirvió para la construcción de un aeródromo militar en Fuerteventura, para el que, en fecha 31 de mayo de 1941, el Consejo de Ministros destinó una partida de 186.840 pesetas.
Las labores de acondicionamiento del campo de Tefía se realizaron con pocos medios y mucho esfuerzo. El aeródromo tenía una forma trapezoidal, de 1.400 metros de longitud.
En 1942, el campo estaba limpio de piedras y aterrizó el primer avión, un Junkers Ju-52 del Ejército del Aire, en el que llegó una compañía de soldados de aviación que se alojó provisionalmente en un barrancón de madera. A partir de 1944, los aviones militares comenzaron a utilizar el campo de Tefía, haciendo un vuelo cada quince días con los suministros pertinentes.
En septiembre de 1946, Iberia inauguró, con una autorización provisional, la línea semanal Gran Canaria-Fuerteventura-Tenerife atendida con aviones Junkers Ju-52. El 23 de enero de 1950, el aeropuerto de Tefía se abrió oficialmente al tráfico aéreo civil “nacional completo, internacional de turismo y escalas técnicas del tráfico comercial internacional”, según rezaba la autorización firmada por el ministro del Aire, teniente general Eduardo González-Gallarza.
A partir de entonces, los vuelos de Iberia tuvieron dos frecuencias semanales. En febrero siguiente, el tráfico registrado fue de ocho operaciones de aviones Ju-52 y 46 pasajeros y el año cerró con 170 operaciones y 769 pasajeros.
El tráfico civil del aeródromo de Tefía se cerró mediante orden ministerial de 3 de mayo de 1952.
El Ministerio del Aire cedió las instalaciones al Ministerio de Hacienda, y éste las traspasó al Ministerio de Justicia para el establecimiento de una colonia agrícola penitenciaria, llamada también “colonia de vagos y maleantes”. A pesar de las reticencias del Cabildo Insular y de la población, los primeros internos llegaron en mayo de 1954 y la colonia funcionó durante diez años, en que quedó abandonada.
En octubre de 1973, los terrenos fueron adquiridos en pública subasta por el Cabildo Insular de Fuerteventura para la instalación de una granja agrícola experimental.
Unos meses antes, en abril de 1972, el antiguo aeródromo sirvió de campo para unas maniobras militares. El día 11, cuando una brigada paracaidista saltaba desde un avión sobre la planicie de Tefía, sopló un fortísimo viento que los arrastró al llegar a tierra por la pedregosa llanura y ocasionó la muerte de 13 soldados. Los heridos fueron evacuados a Las Palmas.
Una lápida con los nombres de los infortunados militares, erigida en un emotivo monumento en la planicie de Tefía, conmemora la tragedia que conmovió a toda España y, muy especialmente, al pueblo de Fuerteventura y de Canarias.
Bibliografía
AA.VV. (1997). Historia de los aeropuertos de Fuerteventura. AENA, Madrid.
Foto: archivo de Luis Utrilla Navarro


2 comentarios
Muy buen y oportuno artículo, que pone blanco sobre negro, un asunto hoy politizado en Fuerteventura. EL CABILDO HA CONSIGNADO 100000 € PARA EXPLICAR QUE ALLÍ HUBO UN CAMPO DE CONCENTRACIÓN PARA REPRIMIR LA HOMOSEXUALIDAD allí hice yo mi primer vuelo en aquel destartalado Junquer
Los silencios, las luces y las sombras de la intrahistoria majorera tiene eso: se confunde a los presos del Batallon 91 de Trabajos Forzados, que limpiaron y acondicionaron el aeródromo, con los que vinieron casi diez años después a la Colonia Agrícola Penitenciaria en aplicación de la Ley de Vagos y Maleantes. Y aquellos presos republicanos tan olvidados como los prisioneros de la guerra de Ifni, dependientes de la Colonia 1954-1966… Así es que politizacion al margen, el sitio es un más que merecido centro de memoria, pero con todos ellos…