El contrato que Trasmediterránea ha firmado con Banco Santander, ICO y PYMAR y Talleres Vulcano para la terminación del ferry inacabado que se encuentra desde hace cuatro años en la citada factoría, es la tabla de salvación de una empresa histórica “que estaba en la UCI”. Así lo ha reconocido hoy el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, en un acto celebrado en Vigo, en el que se han dado cita todas las partes implicadas y en el que ha destacado que “si la Xunta no está, esta operación no sale”, leemos en la edición digital de La Voz de Galicia.
Como ya hemos adelantado en esta misma sección, para el verano de 2018, Trasmediterránea tendrá un nuevo buque en su flota, cuyo contrato se firmó el pasado 28 de abril en Madrid, tras alcanzar un acuerdo definitivo con Banco Santander, que era su propietario. Quedan por delante 14 meses de trabajo hasta su entrega oficial, de modo que el astillero Vulcano, en Vigo, respira tranquilo después de padecer varios años de inactividad que hacían presagiar lo peor.
“Con este proyecto la compañía apuesta, una vez más, por construir buques en astilleros españoles, siguiendo la tónica de las ultimas construcciones de la flota de Trasmediterránea. Y en este caso, como ya sucediera en el pasado, en un astillero gallego”, dijo Jorge Vega-Penichet, presidente de la compañía.
El buque mide 139 m de eslora y podrá mantener una velocidad de 22 nudos, propulsado por dos motores que suman una potencia de 34.560 caballos. Tendrá capacidad para 1.500 pasajeros, 450 vehículos y 600 metros lineales de carga rodada, con un registro aproximado de 14.500 toneladas. Dispondrá de modernos interiores con innovadoras instalaciones para ofrecer al pasajero una magnífica experiencia, así como piscina, bares, zona de food lounge y una zona VIP. Código IMO 9430105.
“Es un buque que combina perfectamente altas prestaciones en capacidad de pasaje y eficiencia operativa para rutas en las que operamos”, afirma Mario Quero, consejero director general de Trasmediterránea, quien ha firmado el contrato en nombre de la naviera. “Actualmente no hay buques similares de nueva generación; será, por tanto un buque muy competitivo que combinará bien la capacidad de pasaje, velocidad y eficiencia en los costes”, agrega.
Los motores propulsores tendrán tecnología common rail para optimizar el consumo y las emisiones. Será equipado con catalizadores de reducción de emisiones selectivas (SCR) de NOx y que cumplirá con las exigencias en zonas ECA, no aplicable aún en el Mediterráneo.
Dispondrá, asimismo, de equipos de tratamientos de aguas de lastre (BWM), variadores de frecuencia para las plantas de climatización y ventilación, pintura de carena con fluoropolímeros para mejorar el comportamiento hidrodinámico, alumbrado de bajo consumo, etc.
El contrato de este nuevo buque coincide con la celebración del Centenario de Trasmediterránea y supone una clara apuesta por la innovación, con la que la naviera pretende mantenerse en la vanguardia del sector, y una muestra más del compromiso de la compañía con sus clientes y el respeto al medio ambiente.
La construcción de este buque, contratado en enero de 2007 y conocido en el sector como Viking ADCC (All seasons Day Cruising and Commuting), se canceló en febrero de 2010 después de los prolongados retrasos debido a las dificultades financieras por las que atravesaba el astillero sevillano, que desembocaron en su cierre a finales de 2011. Iniciados los trabajos en diciembre de 2007, el 6 de mayo de 2008 se procedió a la puesta de quilla. Su entrega estaba prevista para 2009 y relevaría al ferry Rosella en la línea Mariehamn-Kapellskar.
El casco se encontraba en grada en el astillero sevillano y el 25 de mayo de 2013 se procedió a su botadura, después de que se llegara a un acuerdo con sus inmediatos acreedores, Banco Santander y la Autoridad Portuaria de Sevilla. A mediados de junio llegó a la ría de Vigo tras la estela del remolcador Sertosa Dieciocho. Talleres Vulcano, empresa propiedad de la familia Santodomingo, se planteó esta adquisición como una inversión. La terminación del buque supone una carga de trabajo de 14 meses y requerirá de unas 800.000 horas.

Fotos: cedidas