Aunque las disculpas valen de poco cuando el problema persiste, Vueling trata de atajar el daño que está haciendo a sus clientes y el sector turístico nacional y europeo, aunque la situación viene remontándose desde hace tiempo. Apercibida por el Ministerio de Fomento, la aerolínea ha presentado un plan de contingencia que prevé la cancelación anticipada de vuelos y un aumento de aviones y tripulaciones. Parece ser que tanto la Dirección General de Aviación Civil como la Agencia Estatal de Seguridad Aérea han dado su visto bueno, aunque con matices.
Vueling sigue dando que hablar, mientras trata de recuperar en la medida de lo posible el desastre que ha provocado en el aeropuerto de Barcelona. La dirección de la aerolínea ha encontrado un chivo expiatorio en los efectos de la huelga de los controladores franceses, aunque desde dentro, a nivel de su presidente, también han reconocido errores de gestión interna.
Dice Vueling que ha alquilado seis aviones más y contratado a 34 pilotos y que el tiempo de escala ha pasado de 35 a 45 minutos de media, pues este es uno de los factores más críticos e incontrolables cuando se caen las fichas del dominó. Iberia Express le está echando una mano atendiendo a una parte de la programación y hay quienes piensan que se trata de una maniobra perfectamente urdida para que ésta acabe absorbiendo a Vueling.
Por lo pronto la aerolínea ha aumentado en un 40% el personal de las oficinas de venta, pues se trata de una de las principales quejas de los sufridos pasajeros que han pagado por adelantado sus billetes, en relación a las largas colas para cambio de vuelos o reclamaciones. El pasado domingo sólo había una persona en ventanilla. Ante la inexistencia de una estrategia informativa, tanto el presidente como el director comercial han tenido que asumir el papel, tratando de contener la marea.
Hoy, de una programación de 700 vuelos, ha cancelado 64. Dice la ministra de Fomento que la jugada de Vueling no le saldrá gratis. A ver si es verdad, señora Pastor, pues el daño infrigido ha sido mucho y semejante despropósito no debe quedar impune.
Foto: FTDG