Como era de esperar, el Gobierno ha fracasado en su empeño para convalidar en el pleno del Congreso el real decreto ley que trata de regular la liberalización de la estiba. El varapalo es contundente y ha supuesto una notable derrota parlamentaria, que pone de manifiesto la debilidad política del Ejecutivo. Es una victoria clara de los estibadores, un colectivo que, con sus defectos y sus virtudes, ha recibido muchos apoyos desde diversos sectores, incluida la oposición.
En la votación sólo se abstuvo Ciudadanos y el PNV votó a favor. El resto de la Cámara baja ha votado en contra, incluida la diputada de CC, que hasta ahora se había aliado al lado del Gobierno. Un grupo de estibadores, presentes en la tribuna de invitados, escenificaron su triunfo. Ahora toca empezar de nuevo, pues el conflicto laboral sigue abierto, aunque es previsible que, ante la derrota sufrida hoy por el Gobierno, se desconvoque la huelga.
Foto: Puertos de Barcelona