Una treintena de buques metaneros se encuentran próximos a las costas españolas y en aguas del Mediterráneo a la espera de conseguir un turno en las plantas de regasificación para descargar el gas natural licuado (GNL) que transportan, según informa la agencia Reuters. Este hecho pone de manifiesto la falta de capacidad existente para procesar todo el volumen de GNL necesario para suplir las importaciones que antes llegaban a través de los gasoductos rusos.
Tras las sucesivas sanciones impuestas a los intereses rusos por la invasión de Ucrania, Europa se enfrenta a un problema de abastecimiento energético que está intentando paliar con suministros alternativos, como el GNL por vía marítima.
Según indican fuentes del sector, solo hay seis plazas disponibles en total en otras tantas terminales de regasificación españolas, lo que supone menos de la quinta parte de las necesarias en este momento para cubrir la demanda.
El pasado 10 de octubre, Enagás difundió un comunicado en el declara que existe una “situación operativa excepcional” y advierte de que podría tener que rechazar descargas de GNL debido a “muy altos niveles de ocupación en los tanques de todas las plantas, al menos hasta la primera semana de noviembre”.
Estos cuellos de botella en las regasificadoras españolas se han visto agravados por el descenso de la demanda industrial debido a la ralentización de la economía europea, así como por un consumo doméstico inferior al previsto debido a un clima inusualmente cálido.
Oystein Kalleklev, director ejecutivo de Flex LNG Management, afirma que “los niveles de almacenamiento flotante en el transporte marítimo de GNL están en su punto más alto, con algo más de 2,5 millones de toneladas inmovilizadas a bordo de buques”. La escasez de plantas de regasificación, o de gasoductos que conecten los países que disponen de esas instalaciones, como España, con otros mercados europeos, significa que este GNL almacenado en alta mar no se puede utilizar.
Si esta congestión no se resuelve pronto, estos buques podrían buscar puertos alternativos fuera de Europa para descargar. El pasado 17 de octubre, China interrumpió las ventas de GNL a compradores extranjeros para garantizar su propio suministro, lo que podría empujar un mayor número de buques y sus cargas a Asia.
Foto: José R. Montero