Miguel Bravo, viejo y buen amigo de días felices, además de paisano ejerciente, nos obsequia en su página de facebook con esta estampa marinera del puerto de Santa Cruz de Tenerife en la década de los años sesenta, en forma de postal. Aquellos eran los tiempos de la intensa exportación frutera hacia Inglaterra y el Continente europeo, proceso en el que Fred. Olsen & Co. y Naviera Aznar, entre otras navieras, tuvieron un protagonismo destacado.
Atracado en el muelle sur vemos al buque “Bajamar”, de la flota de Fred. Olsen & Co. y media eslora del legendario “Águila de Oro”, uno de los barcos de cabotaje más recordados en Canarias, entonces propiedad del capitán y armador Juan Padrón Saavedra. En el muelle de ribera está el buque alemán “Liebenstein”, fletado por Naviera Aznar y por su popa aparece el buque “Ciudad de Alicante” o su gemelo “Ciudad de Valencia”, de la flota de Trasmediterránea.
El buque “Bajamar” era el segundo de los cuatro fruteros que Fred. Olsen & Co. ordenó construir a finales de los años veinte en el astillero Akers, en Oslo, factoría de su propiedad. El primero de ellos recibió el nombre de “Bañaderos” (1930). Después del “Bajamar” (1931), en 1933 llegaron los buques “Breñas” y “Betancuria”. Durante la Segunda Guerra Mundial, en 1942 se perdió en aguas del Atlántico el buque que rendía homenaje a La Palma y sus tres gemelos permanecieron en servicio hasta mediados y finales de la década de los años cincuenta.
El buque “Águila de Oro” había sido en sus orígenes un yate llamado “Golden Eagle”. Con tal apariencia llegó a Tenerife a finales del siglo XIX cuando lo compró Henry Wolfson, un ruso nacionalizado británico, que nos dejó uno de los edificios más notables de la capital tinerfeña, el Quisisana, que fue hotel y desde la década de los años cuarenta del siglo XX se reconvirtió en colegio de las Escuelas Pías. Este barco sufrió varias reformas importantes, pero su estampa más conocida es la de máquina y puente al centro. Se perdió en accidente de mar a la entrada de la barra de Huelva.
Foto: Archivo de Miguel Bravo