El 21 de enero de 1976 el avión supersónico Concorde realizó su primer vuelo comercial, casi siete años después de que el primer prototipo hubiera volado por primera vez, el 2 de marzo de 1969. Es un icono de la aviación y un desafío de la ingeniería aeronáutica que encumbró a Aerospatiale y British Aircraft Corporation (BAC). En total se construyeron 20 unidades en Francia y Reino Unido, de los cuales seis fueron prototipos y aviones de pruebas. Air France tuvo siete y otros tantos British Airways.
El desarrollo del proyecto requirió de una descomunal inversión para ambas empresas y generosos subsidios de los gobiernos de los respectivos países. Se anticipó al avión supersónico soviético Tupolev Tu-144, que entró en servicio en noviembre de 1977. A raíz del accidente de un avión de Air France sufrido el 25 de julio de 2000 y la dudosa rentabilidad, el 26 de noviembre de 2003 realizó su último vuelo comercial, después de 27 años en activo.
Las principales líneas en las que operó fueron entre Londres, París y EE.UU., en las que volaba en la mitad de tiempo que un avión convencional, aunque a largo de su existencia amplió su cobertura a otros destinos. Recordamos verlo en Tenerife Sur, con un grupo de turistas ingleses que venían a tomar café en el parador de las Cañadas del Teide o a embarcar en cruceros de turismo en el puerto de Santa Cruz de Tenerife. Un buen amigo, John Lucas, podría contar interesantes anécdotas de entonces.
Foto: British Airways