La naturaleza volcánica de La Palma tiene en las tierras de Fuencaliente su máxima expresión. El edificio de Cumbre Vieja ha ido creciendo con el paso de los años medido en tiempo geológico y en toda la crestería insular se sitúan los volcanes históricos y otros perdidos en la noche de los tiempos. La isla continúa bajo la superficie del agua en Punta de Fuencaliente en una profundidad de unos cuatro mil metros hasta alcanzar la llanura abisal y en toda esa pronunciada pendiente existen cientos de cráteres que reflejan claramente la formación de la isla que emerge del Atlántico inmenso.
Acostumbrados a vivir entre volcanes, hay ocasiones, sin embargo, en las que una imagen nos hace refrescar la memoria de la verdadera identidad del entorno en el que nacimos. Nos lo hace evocar Antonio Márquez en su excelente trabajo de fotografía aérea, como ésta que acompaña a estas líneas. Los volcanes San Antonio y Teneguía vistos desde una perspectiva poco habitual, y las coladas de lavas que se desploman por la vertiente occidental de la isla, en una sinfonía de colores que nos hace recordar, una vez más, la grandeza de la naturaleza.
Foto: fotosaererasdecanarias.com