Que Nueva Canarias se haya apuntado el tanto político de conseguir que el descuento de residente canario para viajar entre islas, tanto en el transporte marítimo como en el aéreo, sea del 75% nos parece loable y, más allá del oportunismo del partido de Román Rodríguez, a quien personalmente tenemos en estima, nos asaltan pronto algunas dudas, sobre todo en el transporte aéreo, cuya principal beneficiaria es Binter y su aparente prima hermana Canaryfly.
Porque si con el descuento actual del 50%, las tarifas que pagamos son caras –el crudo ha bajado y que sepamos Binter no ha repercutido esa rebaja proporcionalmente en las tarifas– y el 50% restante es ingreso casi neto para la caja de las compañías –algo legítimo y comprensible–, esta iniciativa política, qué pretende, ¿qué la parte proporcional de ese 25% de aumento que se propone, del 50 al 75%, vaya a incrementar también el precio final del billete?
Flaco favor entonces de esa iniciativa política para la ciudadanía, a la que dice favorecer, pues lo que va a conseguir es encarecer el precio final del billete y, en consecuencia, llenar más y mejor la caja con el mismo volumen de pasajeros cautivos que existe en la actualidad. Este y otros aspectos son necesarios que sean explicados claramente por los señores de Nueva Canarias, y aún de los otros partidos políticos, pues es bueno que la ciudadanía tenga las cosas claras. No sea que nos estén vendiendo humo y sea un descuento envenenado, cuando la realidad puede ser más opaca que la maraña de la factura de la luz.
Foto: Alberto Pérez