25 de septiembre de 2021
El cambio violento del proceso eruptivo del volcán de La Palma registrado poco después de las 13 horas de ayer, con una explosión en el cráter principal que han captado los registros y algunos videos que circulan por las redes sociales, así como la apertura de dos nuevas bocas en la base del cono principal, ha obligado a la evacuación para los núcleos de Tajuya, Tacande de Abajo y la zona hasta ahora no evacuada de Tacande de Arriba.
En total, se han evacuado a unas 160 personas que han pasado la noche, en su mayoría, en casas de familiares o amigos por decisión propia, doce en el hotel “Teneguía Princess” en Fuencaliente, y otras diez con problemas de movilidad reducida que han sido acogidas en el acuartelamiento de El Fuerte, en Breña Baja. Desde que se inició la erupción el pasado domingo 19 de septiembre, se estima que han sido evacuadas unas 6.000 personas.
De acuerdo con los registros de la vigilancia volcánica que se lleva realizando desde el inicio de la erupción, ayer tarde se produjo el momento más energético del proceso eruptivo. En consecuencia, la dirección del PEVOLCA decidió, tras las recomendaciones del comité científico, proceder a la evacuación de los barrios señalados, como medida preventiva, que se ampliaría en caso de que la evolución del proceso obligue a extremar las precauciones.
Esta medida de protección civil se adoptó ante el riesgo existente, según los científicos, de que los materiales emitidos podían alcanzar una mayor distancia y producirse fenómenos como llegadas de cenizas y material volcánico de alta temperatura más allá de la zona establecida como zona de exclusión, además de sentir vibraciones y detonaciones.
La directora del Instituto Geológico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, explicó que sobre las 13 horas se registró la mayor señal sísmica habida hasta el momento en el cono principal de Cumbre Vieja. Tras aparecer unos procesos violentos, se decidió, primero, proteger a las personas que vivían en una zona cercana al centro de emisión y que todavía no habían sido evacuadas. La primera decisión fue el confinamiento de la población para protegerlos de la emisión de partículas volcánicas, cerrando puertas y ventanas, y recomendando a las personas que se mantuviese alejados de las ventanas ante la posible rotura de cristales por las ondas de presión.
Blanco añadió que, poco tiempo después del confinamiento, y tras constatar los dos nuevos centros de emisión que emitían lava con intensidad y fluidez, así como una posible apertura de una fractura que pudiera provocar la desestabilización de un sector del cono principal, se decidió proceder a la evacuación.
Entre los peligros a los que se podría enfrentar la población están las coladas de lava de alta temperatura y contenido de gases, poco viscosas y que pueden saltar espacios topográficos, así como el mayor alcance de fragmentos balísticos y una densa caída de cenizas. El peor escenario, según Blanco, hubiera sido el desmoronamiento total o parcial del cono eruptivo, generando flujos de alta velocidad que hubieran podido extenderse lateralmente.
Por su parte, el director técnico del PEVOLCA, Miguel Ángel Morcuende, indicó que se sigue la evolución del fenómeno de forma intensiva y que, tras el aviso de un aumento de la intensidad del volcán que se plasmaba en una proyección de piroclastos de mayor tamaño, primero se decidió por el confinamiento pero, debido al cambio en la situación, se procedió a la evacuación. Insistió en que se trata de un fenómeno dinámico que obliga a priorizar siempre la seguridad de las personas.
El comité director celebrado este viernes contó con la presencia del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, quien destacó la magnífica colaboración y coordinación de todas las administraciones para resolver los problemas inmediatos y futuros de la población y relanzar La Palma tras la erupción volcánica. Sánchez, que estuvo acompañado por el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres; el consejero de Seguridad y director del PEVOLCA, Julio M. Pérez y el presidente del Cabildo Insular, Mariano Hernández Zapata, resaltó que en esta emergencia se está mostrando un ejemplo de unidad de todas las administraciones que debe perdurar para abordar la reconstrucción de la Isla.
Las administraciones han puesto en marcha las iniciativas necesarias para hacer frente a la emergencia habitacional de las familias que han perdido sus casas. Se estima que podría haber unas 400 edificaciones/infraestructuras dañadas, o parcialmente dañadas, dentro del perímetro de las coladas, pues la segunda colada, la que bordea la Montaña Rajada y Montaña Cogote, en Las Manchas, ha engullido viviendas, cuartos de aperos, piscinas o embalses, así como otras instalaciones aún por definir, de modo que por donde ha pasado no queda nada.
Los equipos que participan en el operativo ascienden a casi 800 efectivos de seguridad y emergencias de diferentes instituciones de los Ayuntamientos, Cabildos Insulares, Gobierno de Canarias y Gobierno de España, además del voluntariado.
Se mantiene el perímetro de exclusión marítima, desde el sur por la Punta del Pozo (Puerto Naos), hasta el norte por la playa de Las Viñas (Tazacorte), y la paralela a la costa, a dos millas náuticas del litoral, establecido por Capitanía Marítima de Tenerife. La Armada española, que fue quien primero llegó a La Palma, un día antes de la erupción, para mostrar su cercanía al pueblo palmero, ha relevado el BAM “Meteoro” por el buque de la misma clase “Tornado”.
Enaire, gestor de navegación aérea en España, ha establecido dos zonas restringidas del espacio aéreo en los municipios de El Paso y Los Llanos de Aridane, de forma temporal hasta el fin de la emergencia, en la zona del mar y tierra por debajo de 3.000 pies, a las que solo podrán entrar fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, servicios de emergencia, aeronaves del Estado y otras debidamente autorizadas, lo que no afecta a la aviación comercial, que no sobrevuela esas dos áreas restringidas.
El transporte marítimo, tanto Naviera Armas como Fred. Olsen, adquiere especial importancia y han programado viajes especiales, de modo que se garantice el traslado de medios y equipos de emergencia, así como la ola de solidaridad que desde todo el país está llegando en forma de ropas, alimentos y otras necesidades básicas.
Trasciende que se han producido algunos actos de pillaje y robos en viviendas de la zona afectada por el paso de la lava, a pesar del férreo control que ejercen las fuerzas de seguridad. Según se informa, aprovechando las evacuaciones, llegan otros “colaboradores” interesados en echar una mano en medio del nerviosismo latente a quienes están a punto de perder sus casas, solo que para sus mezquinos intereses. Mano dura y sin miramientos de ninguna clase contra esta escoria de la sociedad, en unos momentos tan difíciles.
El aeropuerto de La Palma ha estado inoperativo este sábado a consecuencia de las cenizas volcánicas que se han acumulado en su pista de vuelo y plataforma de estacionamiento de aviones. Personal del propio aeropuerto y del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma ha realizado trabajos de limpieza, de una superficie estimada de unos 250.000 metros cuadrados, equivalente a 50 campos de fútbol. La seguridad aeroportuaria es una prioridad incuestionable.
Fotos: José Ayut, Facundo Cabrera y cedidas