El mundo de la aviación

Un avión Tupolev Tu-144LL, banco de pruebas SST

En 1993, dos años después de la disolución de la URSS, dos países antagónicos durante la Guerra Fría, EE.UU. y Rusia iniciaron una nueva etapa de intercambio técnico en la investigación del vuelo supersónico, que tuvo como protagonista a un avión Tupolev Tu-144. Ello posibilitaría que pilotos norteamericanos volaran por primera vez a los mandos de un avión supersónico de fabricación soviética, que se había adelantado en unos meses al legendario Concorde.

La NASA y otros socios tecnológicos de la industria de la aviación comercial de EE.UU. desarrollaron un programa de investigación de alta velocidad (HSR), que pretendía avanzar en la investigación y desarrollo de un avión de transporte supersónico (SST) de segunda generación.

Dado que no era posible disponer de un avión Concorde para los estudios que se pretendían, surgió la opción de utilizar un avión Tupolev Tu-144, que había sido retirado del servicio comercial en 1983 y que sería modificado para el montaje de equipos y sensores. En total se realizaron 27 vuelos de investigación en la versión modificada del avión Tupolev Tu-144LL (RA-77114) durante dos años, sin que trascendieran problemas importantes.

Etapa en la que los ingenieros aeronáuticos de EE.UU. y Rusia recopilaron, analizaron y compartieron los estudios realizados, obteniendo gran cantidad de datos sobre ingeniería, física y otros, hasta el extremo de que en 1988, la comisión mixta organizada al efecto ponderó las cualidades y los resultados del programa como un ejemplo de asociación entre gobiernos.

Sin embargo, el programa se canceló en 1999, en parte debido a la situación en la que se encontraba la economía y la situación social y política de Rusia, tras el derrumbe de la URSS. En EE.UU. surgieron dudas razonables acerca de la viabilidad económica del proyecto, por lo que el avión dedicado a los experimentos aterrizó para siempre.

Foto: PJSC “Tupolev”

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