Una señal de alarma en un motor de un avión ATR-72 de Binter motivó que el aterrizaje esta mañana en el aeropuerto de Gran Canaria se hiciera con la activación del protocolo de emergencia, que es el procedente para estos casos, aunque en ningún momento hubo peligro. Sucedía media hora después de haber despegado de Tenerife Norte, en el primer vuelo de la mañana, a las 07,40 h aproximadamente.
El piloto pidió preferencia para aterrizar y a su llegada esperaban los bomberos del aeropuerto, lo que desató la preocupación de los pasajeros, que comprendieron que algo anómalo sucedía, pues además se les requirió que abandonasen la aeronave dejando a bordo sus objetos personales, informa la edición digital de Diario de Avisos, decano de la prensa de Canarias.
Al parecer, se les explicó que había riesgo de incendio en uno de los motores de la aeronave y una media hora después se les permitió volver a bordo para recoger sus pertenencias.
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