De los tres aviones Douglas DC-3 que Iberia incorporó en 1952, hemos de destacar el historial del adquirido a Loftleidir (Icelandic Airlines), que sería rematriculado EC-AHA. En el otoño de 1950 este avión, entonces un C-47B de la USAF, realizaba una misión de salvamento y aterrizó sobre el glaciar Vatna Jökull, en el centro de Islandia, donde estaba destacado y equipado con esquís. Allí quedó atrapado entre los hielos y fue abandonado en medio de una tormenta y totalmente cubierto de nieve.
Cuando llegó la temporada del deshielo, los “restos” del avión fueron adquiridos por la compañía islandesa Loftleidir en 700 dólares y se realizó una reparación de fortuna, logrando que despegase de la superficie helada en un vuelo a Reykyavik para su reparación. En 1952 lo compró Iberia, “guardando celosamente el secreto de su borrascoso pasado”, en el decir de Juan Viniegra, volando a Madrid donde fue concienzudamente revisado y puesto a punto, comenzando así una nueva etapa que habría de prolongarse hasta octubre de 1973.
Foto: Antonio Camarasa