Por espacio de dos décadas, las flotas Douglas DC-9 y Boeing B-727 formaron parte del núcleo duro en el corto y medio radio de la gran Iberia cuando era la compañía española de bandera. Dos modelos de aviones extraordinarios que acreditaron sus notables capacidades en las manos de unos profesionales igualmente extraordinarios, tanto a bordo como en mantenimiento y gestión en tierra.
Fernando Llorente Jiménez, desde su página facebook, nos trae esta imagen del triste final del avión B-727 serie 256/Adv, matrícula EC-CFA, número de construcción 20811, a medio desguace en Shannon (Irlanda). Nombrado “Jerez-Xeres-Sherry”, perteneció a Iberia desde febrero de 1974 hasta mayo de 2001. Vendido a intereses de EE.UU. y rematriculado N907RF, en enero de 2003 comenzó su desmantelamiento en el citado aeropuerto.
Iberia tuvo una flota de 21 aviones de este modelo que fueron muy apreciados. Varios fueron rematriculados en la última etapa de su vida aeronáutica. Uno de ellos (EC-DDU “Alhambra de Granada”) se perdió el 19 de febrero de 1985 en trágico accidente en la maniobra de aproximación al aeropuerto de Bilbao, tras tocar con el ala izquierda una antena de televisión. Fallecieron sus 148 ocupantes, entre ellos siete tripulantes.
En el caso del trirreactor B-727 volamos muchas veces en la línea Madrid-Canarias y en la red nacional peninsular. Recordamos los vuelos con los que el comandante Eugenio Maldonado obsequiaba a los pasajeros a su salida del aeropuerto de La Palma y hacía posible que vieran su isla desde las alturas. O un vuelo La Palma-Madrid con el comandante Felipe Bachiller, en el que aprendimos algo más de la operativa de este avión. La última ocasión fue en uno de los últimos viajes en el “puente aéreo” Barcelona-Madrid con el comandante tinerfeño Alfonso García Bach, fallecido en trágicas circunstancias.
Foto: Mark Edwards (planesspotters.net)