Tres etapas de la historia de la navegación en Canarias

Por espacio de algo más de sesenta años, el vapor “La Palma” tejió singladuras en la mar isleña y la vecina costa de África, en un constante ir y venir en unión de sus compañeros de contraseña “Viera y Clavijo”, “León y Castillo”, “Gomera-Hierro” (luego solo “Gomera” a partir de 1929), “Fuerteventura” y “Lanzarote”.
Los últimos latidos de la máquina alternativa de triple expansión del histórico vapor “La Palma” dejaron de sentirse cuando en julio de 1975 llegaron los ferries “Ciudad de La Laguna” y “Villa de Agaete”, importados desde Finlandia por Compañía Trasmediterránea y que tanto representaron en el “puente marítimo” entre las dos capitales canarias.
Un año antes, en 1974, el ferry “Benchijigua” había iniciado una nueva etapa entre La Gomera y Los Cristianos importado al amparo del REF que con tanto ahínco defendió el inolvidable abogado tinerfeño Antonio Carballo Cotanda. Ese mismo REF había permitido la importación, en 1973, de los buques rolones “Volcán de Yaiza” y “Volcán de Tahíche”, de Antonio Armas Curbelo, que representaron el tránsito del cabotaje tradicional al moderno sistema de carga rodada.
Precedido por los fracasos del “Corsario Negro” y el “Reina de las Olas”, en 1980 llegó el jet-foil, aquel avanzado buque que volaba sobre las olas a una velocidad sostenida de 43 nudos. En 1999 llegaron los primeros catamaranes de Fred. Olsen y a comienzos del siglo XXI Naviera Armas emprendió el más ambicioso plan de renovación de flota de ferries, con la construcción entre 2003 y 2011 de ocho nuevos buques, todos los cuales tomaron forma en Astilleros Barreras (Vigo). Luego vendrían los catamaranes que en la actualidad integran su flota, entre ellos los buques “Volcán de Tagoro” y “Volcán de Taidía”, que son los más modernos en su categoría, del mismo modo que los trimaranes “Bajamar Express” y “Bañaderos Express” son la máxima expresión de la opción que ha elegido la compañía hispano-noruega.
La foto del viejo y buen amigo Jerónimo Rodríguez Rosales –un hombre amante de la mar y los barcos– refleja perfectamente la evolución del transporte marítimo de Canarias en los últimos cincuenta años. Las tres proas representan gráficamente las diferentes etapas. Mientras el vapor “La Palma” es historia de la navegación del vapor, las afiladas líneas del catamarán “Volcán de Teno” representan la alta velocidad y la proa lanzada del ferry “Volcán de Tijarafe” la renovación del transporte marítimo de la carga rodada y la facilidad en el transporte en el archipiélago canario.
Foto: Jerónimo Rodríguez Rosales (Yónimo)
1 Comentario
La Palma un vapor junto los demás debería conservarse y mantener es una JOYA.