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Treinta años de los viajes de Expocantour 92 a Sevilla

A finales de 1991, la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias elaboró un proyecto denominado Expocantour 92, a partir de una idea original de Leopoldo Mansito, consistente en organizar durante los seis meses de la Exposición Universal de Sevilla –del 18 de abril al 10 de octubre de 1992– una serie de viajes semanales desde Canarias a la Expo 92 a precios asequibles, permitiendo con ello la posibilidad de que amplias capas sociales de las islas tuvieran la oportunidad de disfrutar de un acontecimiento histórico.

Desde el principio se tuvo claro que el transporte marítimo era el medio ideal. El barco no sólo serviría para el traslado, sino que, además, actuaría como hotel flotante en el puerto de Sevilla, evitando con ello que los pasajeros tuvieran que abonar elevados precios por el alojamiento en hoteles de la capital hispalense.

Trasmediterránea acogió la idea con simpatía y propuso destinar al proyecto un barco tipo canguro, que posteriormente sería sustituido por el ferry “Manuel Soto”. Sin embargo, la venta de este buque a una compañía italiana obligó a buscar una alternativa, negociando con el armador británico Cenargo el arriendo del buque “Rozel”, que estaba siendo remozado. En apariencia, este barco reunía todas las condiciones adecuadas para el proyecto que se proponía Expocantour 92, según los técnicos de Trasmediterránea.

Sin embargo, y después de una inspección del citado buque por el director del proyecto, se consideró que no era el adecuado para la idea de Expocantour 92, ya que, entre otras limitaciones, no disponía de aseos individuales, sino colectivos, lo que obligó a improvisar una solución de emergencia retirando el ferry “Ciudad de Santa Cruz de La Palma” de la línea Málaga-Melilla-Almería, en la que fue sustituido por el citado “Rozel”, tras la autorización de la Dirección General de la Marina Mercante y un acuerdo con los sindicatos españoles para permitir, excepcionalmente, la actividad de un buque extranjero en una ruta de interés nacional.

Expocantour 92 nació como un proyecto inspirado en la solidaridad regional para contribuir, de una parte a estrechar los vínculos entre los canarios de las siete islas y, de otra, a favorecer la visita de los canarios a la Expo en condiciones económicas ventajosas. Cuatro Consejerías –Sanidad y Asuntos Sociales, Educación, Cultura y Deportes; Industria, Comercio y Consumo y Turismo y Transportes– y el especial interés del entonces presidente del Gobierno, Jerónimo Saavedra, compartieron el patrocinio de la iniciativa. Sanidad y Asuntos Sociales hizo pública una oferta dirigida a la Tercera Edad para subvencionar los viajes de los jubilados con pensiones bajas y con ese tratamiento viajaron a bordo del buque “Ciudad de Santa Cruz de La Palma” más de 1.500 personas mayores de 65 años.

Educación promovió bolsas de viaje para estudiantes, convirtiéndose Expocantour 92 en el medio de transporte elegido por más de dos mil alumnos de centros docentes de Canarias. También viajaron 325 niños y jóvenes de Casas de Acogida, que visitaron la Expo en virtud de un acuerdo de colaboración con la Dirección General de Protección del Menor. Otro acuerdo con las coordinadoras provinciales de Educación Especial permitió el traslado a Sevilla de 250 disminuidos físicos y psíquicos.

Expocantour 92 fue, además, el transportista de los 300 representantes del Carnaval que participaron en el Día de Canarias en la Expo. Grupos de jóvenes de escuelas profesionales, colectivos de trabajadores de empresas públicas y privadas o ganadores de sorteos realizados por firmas comerciales, contribuyeron también a incrementar la ocupación total, que se situó al final de la campaña en 11.532 pasajeros en 25 viajes.

Un acuerdo suscrito con la compañía Binter Canarias permitió a los residentes en las islas menores la ventaja de trasladarse gratuitamente a Tenerife o Gran Canaria para tomar el barco. Asimismo, las Cajas de Ahorros de Canarias de cada provincia crearon una línea de crédito blando para que quienes lo desearan pudieran pagar el viaje en cómodos plazos.

El buque “Ciudad de Santa Cruz de La Palma” –capitanes, Pedro Berenguer y Francisco Font Betanzos–también acogió en sus distintas dependencias exposiciones de pintura, escultura y fotografía, así como una muestra de artesanía y libros de Canarias. En cada uno de los cruceros viajaron orquestas para amenizar las fiestas nocturnas, grupos de teatro y grupos folklóricos. A bordo, un grupo de animadores socio-culturales se encargaba de mantener entretenidos a los pasajeros.

A bordo, en Sevilla (agosto de 1992). De izq. a dcha: Carlos Gómez Verges, primer oficial; Francisco Font Betanzos (capitán), Jesús Salgado Álvarez (jefe de prensa de Trasmediterránea) e Ignacio Escarda Salgado, oficial sobrecargo

Fotos: Juan Carlos Díaz Lorenzo

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3 Comentarios

  1. Rayco
    14 agosto, 2022 at 8:08 pm — Responder

    Yo hice uno de esos viajes. No sabía el detalle que iba a ser el Manuel Soto el encargado inicial de hacer esos viajes. Desde luego hubiera quedado mejor. El carguro tenía sus carencias aunque también su encanto

  2. Ruben
    15 agosto, 2022 at 9:40 am — Responder

    Yo gané en el súper un viaje de expocantur. ¡Que tiempos, con los viajes de Canario conoce tu tierra! Cuando la autonomía servía para algo, además de para alimentar vividores

  3. Muñoz
    15 agosto, 2022 at 12:02 pm — Responder

    Yo estuve tres meses haciendo ese trayecto , fue inolvidable.

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