“Trasmediterránea no está en venta”. Así de claro y rotundo se manifiesta Mario Quero Gil, director general de la compañía, en una entrevista en exclusiva en la que reconoce que “un proceso de venta genera mucha incertidumbre, sobre todo entre los trabajadores, porque no saben quién puede comprar la compañía y qué planes tiene”. Y agregó que “creo que nosotros supimos darle un sentido de oportunidad, porque fuimos capaces, en ese proceso que fue largo, de ver qué ineficiencias teníamos, qué le restaba valor en cuanto a su valoración en el mercado y de mejorar nuestras ineficiencias”.
La incertidumbre del proceso, inmersa en una intensa campaña mediática, dio paso a la oportunidad, pues, como reconoce Mario Quero Gil, “eso, a la vez, generó confianza, de modo que los trabajadores vieron que la compañía, por sí misma, podía generar rentabilidad, pues se produjo una adecuada reestructuración de sus costes y eso nos sirvió para posicionarnos con mayor fortaleza en el mercado”.
De ahí que “cuando el accionista decidió que Trasmediterránea no se vendía, eso mejoró mucho el clima laboral y en cuanto a clientes, pues siempre han confiado en Trasmediterránea como marca y como solidez de compañía naviera. Es decir, no ha habido fuga de clientes hacia la competencia. En todo caso, este proceso nos ha permitido mejorar y hemos salido reforzados. El accionista tiene una clara apuesta por la compañía y así seguiremos”, agrega el director general de la naviera que a finales de este año celebrará su primer centenario.
¿Cuál es el escenario en el que se mueve la compañía actualmente?
“Estamos en un escenario que tiene buenas perspectivas, en el que estamos empeñados en recuperar la posición que tenía anteriormente y que por una serie de razones en un escenario de crisis ha ido perdiendo. Nos mueve el empeño de volver a poner a Trasmediterránea en el sitio donde tiene que estar”.
¿Hacia dónde va la estrategia de Trasmediterránea?
“La compañía tiene una estrategia basada en mantener bien su penetración en el mercado actual, en buscar complementos de las líneas que ahora mismo desarrolla mediante la consolidación del mercado y en estar atenta a determinadas oportunidades que puedan surgir no sólo en el ámbito actual sino en otros, aunque todo tiene que venir con una solidez de conocimiento en cuanto al mercado y la expectativa de rentabilidad, tanto para nosotros como compañía como para el accionista”.
Flota necesaria
¿Hay planes de nueva flota?
“Toda compañía naviera que se precie debe tener planes de nueva flota, porque si no su negocio se debilita con el tiempo y nosotros no somos una excepción. No podemos estar al devenir del mercado de fletes, que genera mucha incertidumbre. Por supuesto que pensamos en renovación de flota, sobre todo en aquellas líneas sólidas, donde no existe riesgo dada la solidez de la compañía, aunque en estos momentos no puedo entrar en más detalles”.
¿Podemos avanzar nuevas construcciones o adquisición de buques de segunda mano?
“Lamentablemente no, porque vivimos en un entorno muy competitivo y cualquier comentario sobre posibles adquisiciones o nuevas construcciones genera movimientos en el mercado que a nosotros no nos gusta. Es necesaria una estrategia de confidencialidad máxima”.
En la situación actual de la compañía, ¿se va a mantener el fletamento de barcos extranjeros?
“Sí, hay que mantenerlo, pues no vamos a quitar líneas. Todas las compañías deben tener unmix racional de flota propia y flota fletada, acorde con el escenario donde se desarrolla. Eso tiene que ver con cómo está el mercado de nuevas construcciones, cómo está el mercado de segunda mano, cómo está el mercado de fletamentos. Todo eso es un mix que tiene que permitir dirigir la compañía hacia donde tiene el negocio y la rentabilidad”.
Escenarios marítimos
¿Cuál es su valoración de la presencia de Trasmediterránea en Canarias?
“Ahora tenemos una presencia estable. Eso tiene sentido desde el punto de vista de negocio, si tu estrategia es la de conservar la rentabilidad de tu negocio. En el tráfico interinsular hay que tener cierta red y cierto soporte de estructura que en épocas buenas podía estar justificado, pero en épocas malas es muy costoso. No vamos a hacer servicio interinsular pues está bien atendido a través de las compañías actualmente existentes y no tenemos una estrategia de penetrar más en ese mercado.
Estamos viendo lo que es el tráfico de contenedores no sólo desde Cádiz, sino también desde el Levante español, y si hay alguna oportunidad, pues estaremos. Mi valoración del servicio es muy buena con los buques de carga rodada, sobre todo para la subida del plátano, que se combina perfectamente con el servicio que estamos dando desde 2013 a través de Servilla y yo creo que los clientes están muy satisfechos”.
La dedicación de dos de los mejores barcos de la compañía a la línea de Melilla y el precio en el que se ha suscrito el contrato, ¿es una buena inversión para Trasmediterránea?
“Sí. La compañía tiene un pilar en esa fachada. Depende cual sea tu situación de flota puedes acceder o no a ese tipo de contratos y en este caso nosotros tenemos dos buenos barcos, que son idóneos para dar un buen servicio y satisfacer la demanda del residente en Melilla y del resto de usuarios en la línea. Fue un momento muy oportuno para apostar y eso es lo que hemos hecho”.
En el mercado de Baleares, que es otro de los señeros de la compañía, ¿se va a mantener el planteamiento actual?
“No paramos de pensar en tener una estrategia de mayor penetración en mercados donde ya estamos. Y como tenemos barcos para hacerlo, lo vamos a hacer. Nosotros tenemos que pensar en mejorar la flota, nuestra estructura de servicio al cliente y en ser un claro referente en el sector”.
Fotos: Trasmediterránea