Para el verano de 2018, Trasmediterránea tendrá un nuevo buque en su flota, cuyo contrato se ha firmado ayer en Madrid, tras alcanzar un acuerdo definitivo con Banco Santander. Quedan por delante 14 meses de trabajo hasta su entrega oficial, de modo que el astillero Vulcano, en Vigo, respira tranquilo después de padecer una larga temporada de inactividad.
“Es un buque que combina perfectamente altas prestaciones en capacidad de pasaje y eficiencia operativa para rutas en las que operamos”, afirma Mario Quero, consejero director general de Trasmediterránea, quien ha firmado el contrato en nombre de la naviera. “Actualmente no hay buques similares de nueva generación; será, por tanto un buque muy competitivo que combinará bien la capacidad de pasaje, velocidad y eficiencia en los costes”, agrega.
Los motores propulsores tendrán tecnología common rail para optimizar el consumo y las emisiones. Será equipado con catalizadores de reducción de emisiones selectivas (SCR) de NOx y que cumplirá con las exigencias en zonas ECA, no aplicable aún en el Mediterráneo.
Dispondrá, asimismo, de equipos de tratamientos de aguas de lastre (BWM), variadores de frecuencia para las plantas de climatización y ventilación, pintura de carena con fluoropolímeros para mejorar el comportamiento hidrodinámico, alumbrado de bajo consumo, etc.
El buque mide 139 m de eslora y podrá mantener una velocidad de 22 nudos. Tendrá capacidad para 1.500 pasajeros, 450 vehículos y 600 metros lineales de carga rodada. Dispondrá de modernos interiores con innovadoras instalaciones para ofrecer al pasajero una magnífica experiencia, así como piscina, bares, zona de food lounge y una zona VIP.
El contrato de este nuevo buque coincide con la celebración del Centenario de Trasmediterránea y supone una clara apuesta por la innovación, con la que la naviera pretende mantenerse en la vanguardia del sector, y una muestra más del compromiso de la compañía con sus clientes y el respeto al medio ambiente.

Fotos: Trasmediterránea y Victor radio74 (shipspotting.com)