Tenerife Shipyards confía en que Aitor Acha, nuevo director de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife -cuyo nombramiento será ratificado en el consejo de administración del próximo 22 de mayo-, “tenga otra actitud” con el proyecto de instalación de un dique flotante en la segunda alineación del dique del Este. Ello estaría acorde con el criterio que ha expresado el presidente del ente, Pedro Suárez López de Vergara, a quien agradece “su apoyo y su palabra” y la resolución del proceso administrativo en marcha, del que espera “no encontremos más escollos”.
Una inversión de 20 millones de dólares para la adquisición de un dique flotante de 20.000 toneladas de fuerza ascensional, que vendrá de Corea del Sur o EE.UU., pues existe un preacuerdo para su adquisición y estaría posicionado en el puerto de Santa Cruz de Tenerife en el plazo de mes y medio. Ello permitiría ampliar considerablemente la capacidad industrial del astillero tinerfeño de reparaciones navales y ampliar su plantilla entre 700 y mil personas, según estimaciones de la empresa.
No solo serán plataformas y buques de la industria off shore, en los que Tenerife Shipyards es un especialista internacional, sino cualquier otro tipo de barcos que precisen varada, por lo que el astillero trabajará las 24 horas. Ello vendrá de la mano de la gestión comercial de la empresa, que tiene muchos contactos en el exterior, avalado por la garantía de sus trabajos, que están ampliamente reconocidos en el sector.
Esta iniciativa del dique flotante nos recuerda la que en su día gestionó Pedro Anatael Meneses Roqué, entonces director de NUVASA, cuando trajo desde Alemania un dique flotante de 6.000 toneladas de fuerza ascensional, que estuvo situado en la tercera alineación del dique del Este. La primera varada fue la del petrolero “Nivaria”, de Naviera Petrogás y luego siguieron otras muchas, hasta que se produjo el declive del astillero tinerfeño y su posterior cierre cuando había pasado a manos de capital coreano.
Foto: Tenerife Shipyards