La historia de Spantax está íntimamente vinculada a la figura extraordinaria de su creador, Rodolfo Bay Wright (1910-2000), uno de los personajes más destacados de la Aviación comercial española de todos los tiempos, a quien tuvimos el alto honor de conocer y entrevistarle en su residencia de Palma de Mallorca. Baldomero Monterde Fornos nos hizo de enlace y los encuentros en la capital palmesana fueron de lo más entrañable y emotivos. En su dilatada carrera, Bay ejerció de piloto militar, piloto de pruebas de Construcciones Aeronáuticas (CASA), comandante de Iberia y de Spantax, mientras que entre sus aficiones más conocidas destacaron las de corredor de coches y piloto deportivo.
En 1952 participó en la Vuelta Aérea a España con un avión Airspeed AS.41 Oxford, con el que obtuvo el primer puesto en la clasificación. En 1954 adquirió uno de los aviones Miles M-65 Gémini que había tenido CANA, aunque lo perdió poco después cuando intentó despegar de un campo no preparado en Guadalajara, en el que había aterrizado por avería. En junio de 1956 compró un avión De Havilland 98 Mosquito, con el que se soltó “a la brava” y lo utilizó como avión privado. Se trataba de un antiguo bombardero provisto de cabina presurizada que también fue empleado en festivales aéreos y para el transporte de langostas vivas en el pozo de las bombas desde Villa Cisneros a Palma de Mallorca.
La inquietud empresarial de Rodolfo Bay por el mundo de la aviación lo llevó a la creación de la compañía Aero Taxis de España, S.A., Spanish Air Taxis (Spantax), constituida el 6 de octubre de 1959, empeño en el que contó con el apoyo de Marta Estades Sáez, destacada ex azafata de Iberia. Pionera en el sector de los vuelos chárter en España, Spantax se convirtió, con el paso de los años, en la compañía aérea privada más importante del país.
El nacimiento de Spantax constituyó, sin duda, uno de los grandes acontecimientos de su tiempo. El hecho de que pudiera salir adelante con los limitados medios económicos de que disponía, y que consiguiera autorización para operar en el tráfico aéreo comercial, en el que entonces Iberia operaba en régimen de monopolio, se convirtió en un hecho destacado, en el que Rodolfo Bay contó, entre otros soportes políticos, con el apoyo del ministro Gregorio López Bravo.
En su primera época, Spantax comenzó a operar con base en el aeropuerto de Gran Canaria en vuelos de transporte y enlace con geólogos y técnicos que buscaban petróleo en el Sahara, en las célebres «cuadrículas» que realizaban prospecciones en el subsuelo del África Occidental española, volando a El Farsia, Gaada, Itguy, Mardesiat, Tinduf, El Aaiún, Villa Cisneros y La Güera. En 1959 disponía de tres aviones Airspeed AS.65 Consul, dos bimotores Airspeed AS.41 Oxford, un Auster y un Avro XIX Anson, adquiridos en Inglaterra, que le proporcionaron unos ingresos de cinco mil dólares, con los que en junio de 1960 compró su primer Douglas DC-3.
A finales del citado año, Spantax disponía de otros dos aviones Douglas DC-3 comprados a Swissair y a partir de mayo de 1961 inició sus vuelos turísticos entre las Islas Canarias, reforzado con un avión Piper PA-23 Apache para vuelos cortos. Del histórico DC-3, Spantax llegó a tener 16 unidades. Entre los primeros pilotos de Spantax, además del propio Rodolfo Bay, destaca Constantino «Tino» Rubio Lorenzo, una figura envuelta en la leyenda de la aviación comercial española y entre cuyos discípulos se encuentra Francisco Andreu Plaza, años más tarde comandante de la aerolínea hasta su final.
En los inicios del turismo en Canarias y Baleares figuran dos compañías aéreas que hicieron historia a comienzos de la década de los años sesenta, organizando los primeros vuelos chárter, en los tiempos en que viajar a las islas como turista era, en cierto modo, un privilegio. Aquellas dos compañías fueron Trabajos Aéreos del Sahara (TASSA) y Spanish Air Taxis (Spantax). Así como la primera tuvo corto recorrido, la segunda, de la que ahora se cumplen 60 años de su fundación, se convirtió en todo un emblema de la aviación comercial española.
Bibliografía
Díaz Lorenzo, Juan Carlos (2001). “Crónica de la Aviación en Canarias”. Tomo I. Las alas del Atlántico. Iberia & Binter Canarias.
Fotos: Francisco Andreu Plaza