A la historia de la aviación comercial contemporánea pertenece el código SQ22 de Singapore Airlines, que ayer cubrió la línea Singapur-Nueva York sin escalas, en el que ya es el vuelo más largo. Un recorrido de 16.700 kilómetros en 18 horas y 45 minutos a bordo de un avión Airbus A350-900 ULR. A bordo, solo 150 pasajeros y 17 tripulantes, entre ellos cuatro pilotos –dos comandantes y dos segundos–, que rotaron en turnos con cuatro horas de descanso, en una limitación de peso impuesta para aumentar la capacidad del vuelo.
En su largo recorrido, el avión sobrevuela la zona norte del Pacífico, Alarka y Canadá, hasta aterrizar en Nueva York. Esta nueva oferta supone ahorrar entre cuatro y seis horas de viaje en cada trayecto a los pasajeros interesados en ambos destinos, preferentemente gentes de negocios, que evitan las escalas intermedias. El precio del billete por trayecto ronda entre 2.100 dólares en turista premium y 4.300 dólares en clase preferente. La oferta gastronómica y el entretenimiento tiene muy presente las recomendaciones para el número de horas que el pasajero está a bordo.
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