Los administradores judiciales de la quiebra de la aerolínea Niki han decidido que ésta vuelva al control de su propietario, Niki Lauda, pese a su insolvencia, lo cual frustra la operación de compra que había puesto en marcha el holding IAG. El giro en la situación se debe al resultado de una querella presentada por el portal de derechos del consumidor Fairplane ante la justicia alemana, que obligó a trasladar el juicio a Viena, pues el centro de operaciones de Niki ha estado siempre en Austria.
La situación ha causado decepción en IAG, que había pagado unos veinte millones de euros por varios activos de Niki, caso de slots y quince aviones A320. La aerolínea austriaca tiene una flota de 21 aviones y un millar de trabajadores y en un primer momento fue adjudicada al grupo alemán Lufthansa, aunque ésta desistió después de que Competencia cuestionara su posición de dominio en el mercado.
Foto: @twitter