Se cumplen dos años de la erupción del volcán Tajogaite

Se cumplen dos años del inicio de la erupción del volcán Tajogaite, llamado también Cabeza (de) Vaca y erróneamente Cumbre Vieja. Hay un antes y después de esta fecha en la historia contemporánea de La Palma y, especialmente, en el valle de Aridane. Un volcán retransmitido en directo por televisión y las redes sociales desde el primer momento de su impactante inicio, en la sobremesa del 19 de septiembre de 2021, domingo en el calendario gregoriano. Hay cientos de testigos de los primeros momentos y una secuencia fotográfica desde varios ángulos del valle de Aridane, parte de ella desde cerca del primer foco.
En el desarrollo de esta crónica recogemos un montón de datos de interés, pero queda pendiente cuantificar en su justa medida el dolor y la desolación que ha causado el volcán a miles de familias de La Palma. Un dolor inmenso y sigue latente. Alcalá, El Paraíso, Las Manchas, el cementerio, la Cruz Chica, Todoque, La Laguna, La Costa de Tazacorte, la playa de Los Guirres… la red de caminos, calles y carreteras que enlazaba una de las mejores zonas residenciales y agrícolas de La Palma… ¿para qué seguir? Una maldición en forma de volcán gigantesco.
Una ola de solidaridad venida desde muchos sitios y expresada de diferentes maneras hizo sentirse bien querido al pueblo de La Palma. Las ayudas oficiales tardaron más, pero han ido llegando. Las instituciones y la mayoría de los políticos han estado a la altura de las circunstancias. También hubo algunos oportunistas, pero de escaso recorrido. Las Fuerzas Armadas y los Cuerpos de Seguridad del Estado dieron elevadas muestras de su profunda vocación de servicio, lo mismo que la comunidad científica. Los afectados, constituidos en plataformas, reivindican y luchan por defender sus legítimos intereses en una maraña administrativa que muchas veces complica las soluciones a quienes han sufrido las consecuencias gravísimas de la furia de la naturaleza.
Precedido por varios días de movimientos sísmicos, que fueron intensificándose a medida que el magma se acercaba a la superficie, a las 15:11 hora local del 19 de septiembre de 2021 comenzó la historia del nuevo volcán, que habría de prolongarse hasta el 13 de diciembre de 2021. Es decir, 85 días y ocho horas. Ha sido la erupción más larga en la historia de los volcanes de La Palma.
El 25 de diciembre de 2021, cuando el consejero responsable del PEVOLCA, Julio M. Pérez Hernández, pronunció la célebre frase “La erupción ha terminado”, la comunidad científica y la clase política se habían curado en salud, los segundos apoyándose en los primeros, por si el volcán le diera por alguna ocurrencia, lo que no sucedió.
El final de la erupción, advertía entonces el PEVOLCA, “no tiene porqué implicar el final de algunos peligros asociados al fenómeno volcánico, ni necesariamente el final de la reactivación magmática en Cumbre Vieja”. Se refería, sobre todo, al peligro latente que suponen los gases, por lo que hay que tener mucho cuidado y no confiarse bajo ningún concepto. Lo cual hoy sigue presente, de alguna manera, en la zona del cráter y en Puerto Naos y La Bombilla.
“He buscado la palabra exacta que podía definir nuestro estado de ánimo. No es alegría, no puedo decir que estemos contentos, y tampoco es satisfacción. Hoy sentimos alivio. También podemos añadir la palabra emoción, aunque también debemos añadir la palabra esperanza. Esta insoportable letanía de destrucción ha terminado y ahora toca reconstruir, mejorar, rehacer y reponer”, expresó el entonces consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias.
El comité científico del PEVOLCA concluyó que la erupción del volcán que nació en el paraje de Tajogaite ha sido fisural estromboliana con pulsos freatomagmáticos y con una magnitud 3 en el índice VEI. La composición de la lava y piroclastos ha sido inicialmente tefrita y desde finales de septiembre basanita, mientras que la lava ha sido mayoritariamente malpaís y minoritariamente cordadas.
La altura máxima del cono alcanza 1.131 metros sobre el nivel del mar en el punto más alto y cerca de 200 metros de altura en el punto más distante a la topografía pre-eruptiva (con base a 1.080 metros sobre el nivel del mar).
En total se han creado seis cráteres y la longitud media de la base del edificio volcánico mide 700 metros. La dimensión del cráter mayor es de 172 metros en el eje mayor y de 106 metros en el eje menor.
El volumen estimado del citado edificio se calcula en 34 millones de metros cúbicos de materiales volcánicos y el volumen estimado del material emitido total ha superado 200 millones de metros cúbicos. El alcance máximo de los proyectiles balísticos llega hasta 1,5 kilómetros.
La superficie de colada alcanza 1.219 hectáreas y el espesor estimado medio es de 12 metros, con un máximo de 70 metros. La temperatura máxima medida en la lava asciende a 1.140 grados centígrados.
La superficie subaérea de los deltas lávicos es de 48 hectáreas (43,46 hectáreas del delta del sur y 5,05 hectáreas del delta más al norte). La superficie submarina estimada de los deltas lávicos supera 21 hectáreas.
Durante la erupción, la altura de la columna eruptiva máxima alcanzó 8.500 metros sobre el nivel del mar, el día 13 de diciembre, y las columnas características fueron de 3.500 metros sobre el nivel del mar. Los avisos VONA para la aviación sumaron 29 y el recorrido máximo de coladas de lava subaérea fue superior a 6,5 kilómetros, mientras que el recorrido submarino fue superior a 1,1 kilómetros.
El número de seísmos localizados fue de 9.090, con una energía sísmica liberada acumulada de 6,3 1013 J (175 millones de Mwh). La magnitud sísmica máxima se registró el 19 de noviembre a las 1:04:47 horas con un terremoto 5,1 mbLg a 36 kilómetros de profundidad. La máxima intensidad sísmica fue de IV-V (EMS).
El 24 de octubre se registró la máxima deformación vertical, con 33centímetros en la estación GNSS LP03. Por último, el dictamen del comité científico estima en aproximadamente 2 Tg (2×1012 g) la cantidad de SO2 emitido a la atmósfera por el volcán.
Ciencia y protección civil
El personal científico acreditado en la emergencia ha sido de 528 personas: 55 del IGN, 31 del IGME, 63 del CSIC, 24 del IEO, 143 de INVOLCAN, 146 de la ULL, 31 de la ULPGC y 35 de la AEMET.
El último dato actualizado de albergados en hoteles en diciembre de 2021 se situaba en 559 personas. Del total, 384 se hospedaban en Fuencaliente, 105 en Breña Baja y 70 en Los Llanos de Aridane, gestionados por Cruz Roja y los servicios municipales. Además, 43 personas continuaban dependientes atendidas en centros sociosanitarios insulares.
Durante la erupción fueron evacuadas 7.000 personas mediante decretos del Cabildo de La Palma y órdenes del Gobierno de Canarias. Estas tuvieron lugar los días 19, 20, 21, 22 y 24 de septiembre, y el 12, 13, 14 y 20 de octubre, respectivamente. También se ordenaron seis confinamientos los días 26 de septiembre, 1 y 11 (dos veces) de octubre, 22 de noviembre y 13 de diciembre.
El Plan PEVOLCA se activó el 13 de septiembre de 2021. En este tiempo se celebraron 101 comités directores y 104 comités científicos.
Los efectivos desplegados durante la erupción volcánica han sido un millar entre Guardia Civil, Cuerpo General de la Policía Canaria, Unidad Militar de Emergencias, Policía Nacional, policías locales, Equipos de Intervención y Refuerzo en Incendios Forestales, Brigada contra Incendios Forestales, personal del Cabildo de La Palma, personal de emergencias del Gobierno de Canarias, Cruz Roja y servicios de extinción de incendios de diferentes islas del Archipiélago. Los voluntarios y voluntarias que han trabajado en la emergencia rondaron doscientas personas.
Desde el inicio de la erupción se levantaron 122 actas de denuncias por los cuerpos de seguridad, de las que 102 corresponden a la Guardia Civil, 10 al Cuerpo General de la Policía Canaria y las otras 10 de la Policía Nacional. El centro de coordinación de vuelos de drones ordenó en este tiempo más de 2.800 vuelos de científicos, emergencia, cuerpos de seguridad y medios de comunicación.
Los datos de viviendas y construcciones afectadas se han situado, según el Catastro, en 1.676, de las que 1.345 son de uso residencial, 180 de uso agrícola, 75 de edificaciones industriales, 44 de edificaciones de ocio y hostelería, 16 de edificaciones de uso público y 16 restantes de otros usos. El satélite Copernicus EU cifra en 2.988 las edificaciones destruidas y en 138 las edificaciones dañadas.
Las hectáreas de cultivos afectadas han sido 370, siendo la mayoría de ellas plátanos, con 228,69 hectáreas. Las viñas, con 68,05 hectáreas, y los aguacates, con 27,43 hectáreas, han sido las otras plantaciones más dañadas. A estos datos hay que sumar 90 hectáreas de cultivos aisladas. Además, 412 hectáreas de plataneras han sido cubiertas por cenizas, mientras que de viñas han sido 128 y de aguacates 84.
Sobre las carreteras afectadas, fueron 73,8 los kilómetros dañados, de los que 2,3 corresponden a la LP-2, 1,27 a la LP-211, 1,6 a la LP-212, 2,5 a la LP-2132. También se han visto dañados por la lava 10,8 kilómetros de calles, 2,1 kilómetros de travesía y 49,9 kilómetros de otros viarios.
AENA cifra en nueve días y medios el tiempo que el aeropuerto de La Palma estuvo en cierre operativo, aunque fueron las aerolíneas quienes decidían si volaban o no. En este sentido, más de 500 operaciones fueron canceladas.
Foto: NASA
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