Bajo la amenaza de provocar un caos en el transporte aéreo en las próximas navidades, el sindicato homónimo del Sepla en Alemania, llamado Vereinigung Cockpit, ha conseguido su objetivo en Ryanair y ha alcanzado un acuerdo sustancioso en materia salarial para sus casi 400 pìlotos. Claro que para contentar a los sindicatos, el coste que ello supone lo repercute en los pasajeros con el cobro de servicios. Se contempla un aumento del sueldo base, así como el pago de la Seguridad Social y los impuestos en Alemania y no en Irlanda, como venía sucediendo hasta ahora. Los pilotos más veteranos incrementarán sus sueldos en un 33%, hasta los 100.000 euros anuales y los pilotos más jóvenes, que suponen el 87% de la plantilla alemana, lo doblarán hasta 56.750 euros anuales, informa ABC.
El excéntrico O’ Leary y su equipo directivo han tenido que entrar por el aro y lo que antes era innegociable, ahora ha dejado de serlo. De nada han servido las advertencias de Ryanair, de que si tuviera que gestionar su personal según el régimen laboral de cada país donde opera, perdería una parte sustancial de sus ventajas competitivas. Puesto que los pilotos alemanes quedarán, a partir de ahora, bajo la legislación alemana, en febrero de 2019 sus contratos deberán estar adaptados a la ley alemana y dado que los impuestos son menores que en Irlanda, dispondrán de mayor poder adquisitivo.
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