Solo en España, Ryanair cobra unos 80 millones de euros en subvenciones de diferentes entidades públicas, principalmente comunidades autónomas, que quieren impulsar los tráficos turísticos “low cost” en sus respectivos aeropuertos, informa el periódico económico Expansión. La mayoría de estas ayudas son conocidas y en el total de las aerolíneas asciende a 91,5 millones de euros, aunque parece ser que existen más acuerdos cuya cuantía no ha trascendido.
Desde hace una década, Ryanair se viene beneficiando de este tipo de ayudas públicas y mueve sus aviones de un aeropuerto a otro en función de la duración de las subvenciones. Los acuerdos de patrocinio hacen que se desvíen tráficos entre comunidades o provincias en función del dinero recibido. Son acuerdos de marketing, de los que Ryanair es especialista, como lo son también las demás aerolíneas, solo que la irlandesa se lleva la palma.
Expansión destaca que el acuerdo más jugoso de Ryanair lo tiene en Ciudad Real, donde recibirá este año 2,36 millones para mantener dos rutas (París y Barcelona) desde el aeropuerto de aquella ciudad. “Se da la circunstancia de que la aerolínea es la única empresa que opera desde un aeródromo que está en concurso de acreedores y cuyo viabilidad está en el aire desde que arrancó hace tres años”, afirma.
Después de Ryanair, aunque a bastante distancia, en la política de buscar y beneficiarse de subvenciones de dinero público figura Vueling, con casi siete millones y Air Nostrum, con 3,7 millones. La cuestión no es baladí. Un informe de Air France, que ha presentado una demanda contra Ryanair a cuenta de las ayudas públicas, estima en 600 millones de euros anuales la cantidad que la aerolínea irlandesa recibe en toda Europa.
Con su agresiva política de precios, lo cierto es que Ryanair es la aerolínea que más pasajeros mueve en España, 38,5 millones en 2017 (+11%), seguida de Vueling, que sumó 24 millones y 23,8 millones del Grupo Iberia (Iberia, Iberia Express y Air Nostrum). Como puede apreciarse, la diferencia es importante, a pesar del monumental lío que vive la aerolínea irlandesa desde hace tiempo y que puede complicarse aún más en las próximas semanas, con las previsibles huelgas de pilotos y TCP’s.
Foto: Rafa Juan