Ryanair encuentra en el Brexit, el encarecimiento del combustible y el retraso en la entrega de los nuevos aviones Boeing B-737 Max el argumento para anunciar el posible recorte de medio millar de pilotos y unos 400 TCP’s, que son, el caso de los primeros, unos doscientos más del amago que había hecho hace tres semanas.
Tiene guasa que el excéntrico Michael O’Leary, en un video de cuatro minutos de duración enviado ayer a sus trabajadores, pida disculpas de antemano por las malas noticias, en el que avanza que el recorte de la plantilla es “simplemente, inevitable”, informa el digital preferente.com.
En el primer trimestre fiscal el beneficio ha caído el 21%, hasta 243 millones de euros, debido también al abaratamiento de los billetes y el aumento de los costes de la plantilla, señalando directamente a las subidas salariales de los pilotos y TCP’s acordadas en 2018.
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