Como réplica a las sanciones de la Unión Europea, Reino Unido y Canadá, Rusia actúa del mismo modo y ha cerrado su espacio aéreo a 36 países, informa Rosaviatsiya, que es la Agencia Federal para el Transporte Aéreo de Rusia. Solo se admitirán vuelos especiales autorizados por esta entidad o por el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
Antes de que el Reino Unido prohibiera los vuelos de Aeroflot, Rusia ya había bloqueado el acceso a las aerolíneas británicas. Aeroflot, además, ha cancelado sus vuelos a Cuba, República Dominicana, México y EE.UU., ante la imposibilidad de cruzar el espacio aéreo europeo.
Para mantener las conexiones con Asia, las aerolíneas europeas están reprogramando sus vuelos por el sur de Europa y otras vía Alaska, lo que implica mayores tiempos y costes. Las aerolíneas chinas, japonesas y coreanas parecen las principales beneficiadas de esta situación, así como las del Golfo Pérsico, cuyos gobiernos han obviado condenar explícitamente la decisión del presidente ruso.
El cierre del espacio aéreo de Rusia afecta a las aerolíneas de Austria, Albania, Bélgica, Bulgaria, Reino Unido, Hungría, Alemania, Gibraltar, Grecia, Dinamarca –incluida Groenlandia e Islas Faroe–, Jersey, Irlanda, Islandia, España, Italia, Canadá, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, Finlandia, Francia, Croacia, República Checa, Suecia y Estonia, así como Islas Vírgenes y territorios británicos de ultramar.
Foto: Alexander Mishin