Un informe del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre la evolución de la piratería y los robos a mano armada en la mar frente a las costas de Somalia entre 7 de octubre de 2016, fecha de publicación del informe anterior, y el 30 de septiembre del presente año, indica que se han registrado 29 ataques a buques mercantes y “dhows” (embarcaciones tradicionales de la zona) con un aumento de la piratería, entre marzo y junio de 2017, con seis ataques.
Las causas principales para dicho repunte, según el informe, tiene que ver con la relajación de las medidas contra la piratería en la zona. Los ataques han vuelto a aparecer cuatro meses después de que concluyera la operación Atalanta de la OTAN contra la piratería en Somalia, lo cual hace suponer que las redes piratas habían mantenido su capacidad operativa intacta, pero la presencia internacional les habría disuadido hasta ahora de intentar ataques a buques. La retirada de las tropas puede suponer una mayor oportunidad para los piratas.
Asimismo, y como se ha podido apreciar en algunos incidentes registrados este año, ciertos buques mercantes y de pesca no están siguiendo las recomendaciones BMP4 y se están desviando del corredor de tránsito recomendado en el golfo de Adén, asumiendo así mayores riesgos. También están reduciendo el uso de personal de seguridad privada a bordo.
Ante estas circunstancias, es necesario insistir en que los buques que naveguen por aguas somalíes deben mantener alta la guardia y aplicar las recomendaciones de seguridad más recientes, BMP4, así como embarcar seguridad privada en aquellos buques especialmente vulnerables. También se deduce la necesidad de prolongar el mandato de la Operación Atalanta de la UE más allá de la fecha hasta ahora prevista de diciembre 2018.
Foto: Diego Quevedo Carmona