De 1956 es este espacio publicitario de AVIACO en el que reconoce públicamente la labor de sus azafatas de vuelo. Vestidas con uniformes de corte militar, como entonces también era habitual en Iberia, la vestimenta femenina evolucionaría favorablemente, hacia modelos más novedosos en poco tiempo.
Bajo el morro de un avión Bloch Languedoc, aparecen tres jóvenes azafatas continuadoras del camino que había emprendido en 1948 Jesusa Terradillos, que fue la primera mujer en este empleo a bordo del primer Bristol 170 de AVIACO, el mismo modelo de avión en el que encontraría la muerte en un fatídico vuelo de diciembre de 1953.
Dice el texto del anuncio lo siguiente:
“No descubrimos nada nuevo si decimos que la raza española ha dado mujeres ejemplares en todos los aspectos. Madres excelsas, santas ejemplares, reinas y heroínas: Santa Teresa, Isabel de Castilla, Agustina de Aragón, son hitos raciales que señalan lo que la mujer es capaz.
La vida actual les dio otra actividad nueva que había de poner a prueba sus especiales dotes: la azafata de aviación, y aquí han demostrado este puñado de jóvenes que también son capaces de afrontar, con la sonrisa en los labios siempre, este duro quehacer.
La función encomendada a estas jóvenes es tan importante que muchos pasajeros ven en ellas su ángel de la guarda. Dediquemos, pues, un homenaje de simpatía a estas “muchachas de uniforme”.
Foto: vía José María Hernando / Compañías españolas de ayer