Esta interesante imagen nos permite conocer cómo era el puente de mando del petrolero “Campiz”, de la flota de CAMPSA, a su entrega en 1950. En aquella época era frecuente el entarimado de madera y tanto los dos telégrafos –el citado buque tenía dos motores– como la bitácora estaban siempre resplandecientes. José Vilasánchez Hermida recuerda que “todos los domingos se abrillantaban con sidol”. Como se puede apreciar, no disponía de radar, que le sería instalado años más tarde.
Construido en el astillero de la Sociedad Española de Construcción Naval e inscrito en la matrícula naval de Sevilla, el petrolero “Campiz” era el cuarto de una serie de seis buques petroleros de puente al centro de la serie “José Calvo Sotelo” construidos para CAMPSA, que formaron la mayor capacidad de transporte de la flota del Monopolio en la inmediata posguerra.
Se trata de un proyecto de 1935, contratado en tiempos de la Segunda República con patente Bracketless System y Arcform, de la firma de ingeniería naval británica Sir Joseph W. Isherwood & Co. Ltd., de Londres. Barcos muy balanceros y propulsados por dos motores, fueron el emblema de CAMPSA hasta finales de la década de los años sesenta.
En total fueron construidos ocho buques, pues hay que añadir los petroleros “Bailén” y “Arapiles”, para CEPSA. Solo que el segundo acabó en manos de la Empresa Nacional Elcano de la Marina Mercante como tipo J del Plan de Nuevas Construcciones y tras un breve periodo como “Aruba”, en 1950 sería vendido a Pemex y renombrado “Presidente Alemán”.
Foto: Museo El Dique