La aerolínea danesa Primera Air se declaró anoche en quiebra y miles de pasajeros han quedado tirados y habrán de costearse otras alternativas para regresar a sus destinos. La noticia ha causado cierta sorpresa, toda vez que hace menos de un mes había anunciado el establecimiento de una base en Madrid para volar a EE.UU. a partir de 2019. Sin embargo, la falta de acuerdo con la banca que lo sustentaba ha provocado que se haya declarado en bancarrota.
En España, Primera Air tenía presencia en siete aeropuertos (Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura, Málaga, Alicante, Palma y Barcelona) a los que operaba desde Londres Stansted. En todos ellos hay varios cientos de pasajeros afectados por el cierre de la aerolínea.
La competencia, que ha calificado de “dura”, así como los altos costes del combustible y otros asuntos, como la pérdida de un avión debido a problemas de corrosión y los retrasos en disponer de nueva flota A321neo, son las causas que la aerolínea ha esgrimido para el cese de operaciones.
Quince años ha durado la aventura de esta aerolínea, que nació a iniciativa empresarial islandesa en 2003 con la denominación JetX y en 2008 cambió su denominación a Primera Air Scandinavia, cuando Primera Travel Group se hizo cargo de la empresa, con sede social en Copenhague.
Foto: Primera Air