Las autoridad del archipiélago de Azores han ultimado plan de evacuación de la isla de São Jorge, en caso de que la situación empeore ante el inminente riesgo volcánico. Desde el pasado 19 de marzo se han registrado más de dos mil terremotos de diferente intensidad, que oscilan entre 1,6 y 3,3 y se teme, según informa el Centro de Vigilancia Sismovolcánica CIVISA, que puedan producirse otros más fuertes que desencadenen una erupción volcánica.
CIVISA ha elevado la alerta volcánica al nivel 4 de 5, lo que significa que hay «posibilidad real de erupción», según ha declarado la autoridad regional de Protección Civil, Clelio Meneses, quien agrega que “nos estamos preparando para el peor de los casos”.
Los movimientos sísmicos están localizados a lo largo de la fisura volcánica de Manadas, donde entró en erupción en 1808. Se recuerda, además, que en 1998 se produjo un terremoto que causó diez muertos y graves daños en la isla.
Por lo pronto se ha ordenado una evacuación preventiva de hospitalizados y residencias de ancianos para su traslado desde Velas –donde está localizado el epicentro sísmico y residen unas tres mil personas– a Calheta, situado al otro lado de la isla. Se recomienda a los vecinos de la región que tengan una mochila preparada con una muda de ropa, medicinas, documentos y algo de comida.
Las Fuerzas Armadas de Portugal están prevenidas para intervenir ante cualquier contingencia. Los tres ejércitos han activado diversos procedimientos, así como la Cruz Roja de Portugal y las organizaciones de emergencias. Las aerolíneas han aumentado el número de vuelos para facilitar la salida de aquellas personas que deseen abandonar la isla.
La prensa regional y nacional de Portugal señala las aparentes similitudes entre el enjambre sísmico que se produce en Sao Jorge y lo ocurrido en septiembre de 2021 en la isla de La Palma, situada a unos 1.400 kilómetros al SE de Azores. La isla, distante 1.500 kilómetros de Portugal continente, mide 56 kilómetros de largo por seis de ancho. Una línea de conos volcánicos inactivos se sucede hasta alcanzar su punto culminante a casi 1.100 m de altitud.
Foto: CIVISA