En 1973 el Instituto Nacional de Industria adquirió el 67% del capital de AVIACO, lo que significó que el control de la compañía aérea estuviera tutelado por los intereses del todopoderoso INI, que controlaba también a Iberia. A partir de entonces se produjo un desarrollo importante de la aerolínea que presidía Fernando Liñán y apenas dos años después disponía de una flota de 27 aviones: seis Douglas DC-8, cuatro Caravelle, 12 Douglas DC-9 y cinco Fokker F-27.
Iberia traspasó a AVIACO su flota Douglas DC-8 serie –52 y entre ellos el primero, antes de que llegara el INI. Matrícula EC-ARA, este avión se perdió en tráfico accidente el 6 de julio de 1972 durante la maniobra de aproximación al aeropuerto de Gran Canaria, al mando del comandante Tino Rubio, una de las figuras legendarias de la aviación en Canarias.
Como bien apunta el especialista Enrique Vera Bencomo, la flota DC-8 serie –52 estuvo volando para AVIACO hasta 1981 y la flota –Super 63 hasta 1983, cerrando de ese modo una etapa rejuvenecedora en la historia de la aerolínea fundada en 1948 en Bilbao.
Foto: colección Enrique Vera Bencomo / Observando la aviación II